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Declaración del Ministro de Relaciones

Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, en

la reunión de donantes a Haití

 

New York 31 marzo 2010 - www.granma.cubaweb.cu

 

Sr. Presidente:

 

La comunidad internacional tiene una enorme deuda con Haití, donde, después de tres siglos de colonialismo, se produjo la primera revolución social del continente americano, osadía que las potencias coloniales hicieron pagar con casi 200 años de tiranías militares y saqueos. Su pueblo noble y trabajador, es hoy el más pobre del hemisferio occidental.

 

Todos tenemos la obligación moral de aportar recursos financieros adicionales y mayor cooperación a Haití, no solo para la reconstrucción, sino especialmente para su desarrollo.

 

Para tener una idea de la magnitud de la tragedia humana en Haití, basta señalar que la muerte de 230000 personas en su pequeña y alta densidad de población, equivale a la muerte de más de 30 millones de personas en un país como China, cuya población alcanza la cifra de 1 300 millones de habitantes, una tragedia inimaginable.

 

Después de este devastador terremoto que sacudió la conciencia de la Humanidad, esperemos que las numerosas promesas escuchadas se conviertan en hechos, que la independencia y la soberanía de Haití sea respetada y enaltecida, que facilite al gobierno del Presidente René Preval y del Primer Ministro Jean Max Bellerive el ejercicio de todas sus facultades y que beneficie, no a los bancos y compañías extranjeras, sino al pueblo haitiano, especialmente a los más pobres.

 

Hace falta generosidad y voluntad política. Se necesita la unidad de ese país en vez de su división en parcelas de mercado y en proyectos de dudosa caridad.

 

El Programa de Reconstrucción y Fortalecimiento del Sistema Nacional de Salud de Haití, que el gobierno haitiano ha preparado junto al de Cuba, con la cooperación de la República Bolivariana de Venezuela y otros países y organismos humanitarios, garantizará una amplia cobertura de salud a la población, en particular la de bajos ingresos.

 

Dicho programa se apoya en 101 Centros de Salud de atención primaria que se están creando, donde se calcula serán atendidos anualmente 2 millones 800 mil pacientes, se realizarán un millón 300 mil urgencias médicas, 168 mil partos y se podrán aplicar 3 millones de vacunas.

 

A estos centros de salud, se añaden los servicios de 30 Hospitales Comunitarios de Referencia distribuidos en el país, dotados de tecnología avanzada para atención secundaria, que podrán atender cada año, 2 millones 154 mil pacientes, se realizarán 54 mil cirugías, un millón de urgencias, 276 mil electrocardiogramas, 144 mil ultrasonidos diagnósticos, 43 mil endoscopías, 181 mil rayos X, 107 mil consultas estomatológicas y 487 mil exámenes de laboratorio.

 

Dado el número extraordinario de politraumatizados, se están creando igualmente 30 Salas de Rehabilitación donde se atenderán, en doce meses, 520 mil pacientes y se realizarán 2 millones 396 mil aplicaciones terapéuticas.

 

Habrá también 3 Centros de Electromedicina, un Laboratorio de Ortoprótesis y un Programa Integral de Higiene y Epidemiología.

 

Del mismo modo, se ha previsto la creación de un Hospital Nacional de Especialidades en Haití, de nivel terciario, para lo que se prevé la cooperación de otros países, en el cual laborarían 80 especialistas de alto nivel cubanos que se encargarían de los servicios y departamentos clínicos, de la investigación y la enseñanza, y profesionales haitianos que se entrenarían en dicha institución y, progresivamente, sustituirían a los profesores cubanos.

 

El costo de los servicios anteriormente descritos ascenderá, en cuatro años, a 690 millones 540 mil 739 dólares estadounidenses, que incluye el valor de los servicios médicos prestados, calculados a la mitad de los precios internacionales, la sostenibilidad de dichos servicios y del personal que los brindará y el aporte para la formación de otros 312 médicos haitianos en Cuba.

 

Por lo que puede deducirse, el costo aproximado es de 170 millones de dólares por año para un país de aproximadamente 9 millones 332 mil habitantes.

 

Es posible hacerlo. Así lo indica nuestra experiencia práctica. De hecho, este Programa ya está en marcha y, luego del sismo, ya funcionan 23 de estos Centros de Salud de atención primaria, 15 de los Hospitales Comunitarios de Referencia y 21 Salas de Rehabilitación.

 

Apenas momentos después de la devastación, los especialistas cubanos se consagraron a la atención de la población afectada. Hasta hoy han dado casi 260 mil consultas, realizado más de 7000 cirugías, casi 1 400 partos y casi 100 mil inmunizaciones. Se han atendido más de 50 mil pacientes en rehabilitación y más de 75 mil niños en terapia psico-social, con la presencia de algunos de los más reconocidos profesionales cubanos.

 

En el Programa laboran ya 783 médicos cubanos, 481 haitianos y 278 de otros 28 países, todos graduados en Cuba.

 

El pasado sábado, se firmó como parte del Programa descrito, en Puerto Príncipe, un Memorando de Entendimiento para el Fortalecimiento del Sistema y los Servicios Públicos de Salud y Vigilancia Epidemiológica, gracias a la voluntad del Gobierno haitiano, a la importante contribución del Presidente Lula y de Brasil, que será decisiva para el programa de salud elaborado.

 

En los once años de trabajo previos, la brigada médica cubana, presente en 127 de las 137 comunas haitianas, había salvado 233 mil 442 vidas, realizado 14 millones de consultas, 225 mil cirugías y 109 mil partos y se había devuelto o mejorado la visión a 46 mil haitianos mediante el programa de la Operación Milagro. En este período, 165 mil haitianos fueron alfabetizados en creol.

 

Si valoramos los servicios médicos prestados en estos años, y la formación de personal médico en Cuba, ello representa unos 400 millones de dólares en este período.

 

El programa médico que proponemos, en su conjunto, beneficiará al 75% de la población más necesitada del país con un mínimo de gastos.

 

Invitamos a todos los Gobiernos, sin excepción, a contribuir a este noble esfuerzo. Por ello, atribuimos particular importancia a esta conferencia, a cuyo éxito aspiramos.

 

Muchas gracias.