Cuba: l’ossessione degli USA

Cuba è, da molti anni, un tema ricorrente nell’agenda di chiunque sia passato per il più alto incarico politico degli USA, le parole si ripetono e la retorica è sempre la stessa

Gabriela Ávila Gómez  www.granma.cu

Cuba è, da molti anni, un tema ricorrente nell’agenda di chiunque sia passato per il più alto incarico politico degli USA, le parole si ripetono e la retorica è sempre la stessa, e se ad un certo punto si è ottenuto un miglioramento nelle relazioni bilaterali, l’amministrazione di Donald Trump ha gettato (quasi) tutto per terra.

Uno degli ultimi eventi si è verificato quando il mondo stava celebrando la Giornata dei Diritti Umani e per “festeggiarla”, il segretario di Stato USA, Mike Pompeo, avrebbe inviato una lettera -che è giunta prima ai media che al suo destinatario- al cancelliere cubano Bruno Rodríguez, nella quale solleva la sua “preoccupazione” per i diritti umani sull’isola.

Nonostante il fatto che si sia più volte dimostrato l’impegno di Cuba su questo tema, avallato inoltre da rappresentanti di organizzazioni multilaterali che hanno visitato l’isola, gli attacchi da parte USA non cessano. Subito dopo la pubblicazione della lettera di Pompeo, numerose personalità e dirigenti cubani hanno risposto attraverso diverse piattaforme:

“Gli USA non ha morale per parlare di Diritti Umani, il suo discorso è ipocrita, disonesto, e di doppio standard. Qualcuno conosce una violazione più crudele, prolungata e massiccia dei Diritti Umani, che il blocco economico, finanziario e commerciale a Cuba?” così si è espresso attraverso il suo account Twitter, il Presidente dei Consigli di Stato e dei Ministri, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.

Dall’account della Cancelleria dell’Isola in quella stessa rete sociale, il ministro Bruno Rodriguez ha richiesto a Pompeo: “Tolga il blocco. Ristabilisca i visti per i cubani. Cessi la repressione di migranti, minoranze e poveri».

Mentre un comunicato del direttore generale USA del MINREX, Carlos Fernandez de Cossio, ha espresso: “Se agli USA interessano veramente i diritti umani dei cubani, non imporrebbero un blocco economico criminale che punisce l’intera nazione, né porrebbero crescenti ostacoli alla emigrazione ordinata, né ai servizi consolari da cui dipendono decine di migliaia di cubani ».

Fernandez de Cossio faceva riferimento nelle sue dichiarazioni alla decisione dell’amministrazione di Trump di chiudere, dallo scorso lunedì, il Servizio di Cittadinanza ed Immigrazione USA (USCIS, e appartenente al Dipartimento della Sicuerezza Nazionale). Secondo questo stesso documento, ora sarà l’ufficio di USCIS a Città del Messico che assume la giurisdizione sulle questioni relative all’immigrazione verso gli USA, che erano prima espletate a L’Avana.

Bisogna ricordare che dal novembre dello scorso anno, la maggior parte dei servizi USCIS sull’isola si erano trasferiti ad altri consolati USA nel mondo ma ora, con la chiusura dell’ufficio L’Avana, si vedranno colpiti i residenti permanenti che abbiano perso la chiamata “carta verde” o il permesso di rientro negli USA a Cuba, che dovranno gestire i loro documenti al di fuori dell’isola. La decisione colpirà anche il Programma di Riunificazione Familiare.

BREVE CRONOLOGIA DI UNA ESCALATION:

2017

– All’inizio dell’anno, la parte USA informa Cuba di presunti attacchi acustici contro il personale della sua ambasciata.

– Sebbene ad oggi non vi siano prove di tali attacchi, a settembre viene annunciato il ritiro del 60% del personale diplomatico USA all’Avana, mentre il Dipartimento di Stato raccomanda i suoi cittadini di non recarsi sull’isola. A ottobre, il Dipartimento di Stato ordina la partenza di 15 diplomatici cubani da Washington.

2018

– A partire dal 5 marzo, la sede diplomatica USA a Cuba ha iniziato a funzionare come “posto diplomatico senza accompagnante”.

– A causa di tutte queste misure unilaterali, la sezione consolare di Washington all’Avana era praticamente paralizzata.

– Lo scorso lunedì 10, mediante un comunicato dove si continua ad usare il termine “attacco” si annuncia la chiusura del servizio di Cittadinanza ed Immigrazione degli USA sull’isola.


Cuba: la obsesión de EE. UU.

Cuba es, desde hace muchos años, un tema recurrente en la agenda de todo aquel que ha pasado por el más alto cargo político de Estados Unidos, las palabras se repiten y la retórica es siempre la misma

Autor: Gabriela Ávila Gómez

Cuba es, desde hace muchos años, un tema recurrente en la agenda de todo aquel que ha pasado por el más alto cargo político de Estados Unidos, las palabras se repiten y la retórica es siempre la misma, y si en determinado momento se logró una mejoría en las relaciones bilaterales, la administración de Donald Trump lo ha echado (casi) todo por tierra.

Uno de los últimos hechos ocurrió cuando el mundo celebraba el Día de los Derechos Humanos, y para «festejarlo», el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, envió supuestamente una misiva –que llegó primero a los medios que a su destinatario– al canciller cubano Bruno Rodríguez, en la cual plantea su «preocupación» por los derechos humanos en la Isla.

A pesar de que se ha demostrado una y otra vez el compromiso de Cuba en este tema, avalado además por representantes de organismos multilaterales que han visitado la Mayor de las Antillas, los ataques por la parte estadounidense no cesan. Inmediatamente después de publicada la carta de Pompeo, numerosas personalidades y dirigentes cubanos respondieron a través de diversas plataformas:

«EE. UU. no tiene moral para hablar de Derechos Humanos, su discurso es hipócrita, deshonesto, de doble rasero. ¿Alguien conoce una violación más cruel, prolongada y masiva de los Derechos Humanos, que el bloqueo económico, financiero y comercial a Cuba?», así expresó a través de su cuenta en Twitter, el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.

Desde la cuenta de la Cancillería de la Isla en esa misma red social, el ministro Bruno Rodríguez reclamó a Pompeo: «Levante el bloqueo. Restablezca visados para cubanos. Cese represión de migrantes, minorías y pobres».

Mientras, un comunicado del director general de EE. UU. del Minrex, Carlos Fernández de Cossío, expresó: «Si a Estados Unidos verdaderamente le interesaran los derechos humanos de los cubanos, no impondría un bloqueo económico criminal que castiga a toda la nación, ni pondría obstáculos crecientes a la emigración ordenada, ni a los servicios consulares de los que dependen decenas de miles de cubanos».

Fernández de Cossío hacía referencia en sus declaraciones a la decisión de la administración de Trump de cerrar, desde el pasado lunes, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (Uscis, por sus siglas en inglés, y perteneciente al Departamento de Seguridad Nacional). De acuerdo con ese mismo documento será ahora la oficina del Uscis en Ciudad México la que asuma la jurisdicción sobre los asuntos de inmigración hacia EE. UU., que eran atendidos antes en La Habana.

Es necesario recordar que desde noviembre del pasado año, la mayoría de los servicios del Uscis en la Isla se habían trasladado a otros consulados estadounidenses alrededor del mundo, pero ahora, con el cierre de la oficina en La Habana se verán afectados los residentes permanentes que hayan extraviado su llamada «green card» o su permiso de reingreso a EE. UU. en Cuba, quienes deberán gestionar sus papeles fuera de la Isla.

La decisión también afectará al Programa de Reunificación Familiar.

BREVE CRONOLOGÍA DE UNA ESCALADA:

2017

– A inicios de año, la parte estadounidense informa a Cuba de supuestos ataques acústicos contra el personal de su embajada.

– A pesar de que al día de hoy no hay pruebas de dichos ataques, en septiembre se anuncia la retirada del 60 % del personal diplomático norteamericano en La Habana, mientras que el Departamento de Estado recomienda a sus ciudadanos no viajar a la Isla. En octubre, el Departamento de Estado ordena la salida de 15 diplomáticos cubanos de Washington.

2018

– A partir del 5 de marzo, la sede diplomática de EE. UU. en Cuba comenzó a funcionar como un «puesto diplomático sin acompañante».

– Debido a todas estas medidas unilaterales, la sección consular de Washington en La Habana estaba prácticamente paralizada.

– El pasado lunes 10, mediante un comunicado donde se continúa usando el término «ataque», se anunció el cierre del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos en la Isla.

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