Il signor Luis Almagro non dava segno di sé. Ma, per quanto noto, non è per alcuna infermità da parte del COVID-19. Penso, piuttosto, che stesse “caricando le batterie” per proseguire la politica stabilita dal governo USA, che ha proposto ed imposto la sua rielezione come Segretario Generale dell’OSA, lo scorso marzo.

Elson Concepción Pérez www.granma.cu

In questi mesi di pandemia, la sua faccia non si è vista, né è noto alcun pronunciamento, ad esempio, per criticare le politiche di alcuni governi della regione, come quelli di USA, Brasile, Ecuador o Cile, dove il virus sars-cov-2 ha causato centinaia di migliaia di morti, ed ha posto a nudo un sistema sanitario collassato ed i loro dirigenti hanno mostrato inettitudine a sviluppare e condurre programmi sociali al riguardo.

È comparso all’investitura, il 27 maggio, nel suo nuovo mandato come capo della screditata istituzione. Un rapporto di AP informa che Luis Almagro assume un secondo mandato e lo ha fatto, nelle sue parole, “con un avvertimento contro i tentativi autoritari nella regione”.

Questo, nel suo vocabolario, significa contro Venezuela, Cuba e Nicaragua, come concepito nel copione preparato da Trump e Pompeo, in cui non vi è nulla di nuovo che non sia l’autodiscredito tanto dell’OSA che del suo capo e del governo anfitrione che serve.

«Non cederemo una virgola di fronte alle dittature. Se piace a tutti, bene, se non piace a nessuno, pure”, ha detto Almagro in un discorso che sembrava più di Donald Trump che dello stesso Segretario Generale dell’OSA. O è che a Pompeo si sono scompigliati i documenti. O lo ha fatto con tutte le intenzioni.

Non dimentichiamo che è stato Luis Almagro e la sua organizzazione: ad ideare e sponsorizzare il colpo di stato contro Evo Morales in Bolivia; si sono convertiti nei più fedeli esecutori dei piani USA contro il Venezuela, a sostegno di un possibile intervento militare; coloro che applaudono il blocco contro Cuba; quelli che diffamano il Nicaragua.

Per questo motivo, ne sono certo, gli è stato impossibile dedicare qualche parola o documento per promuovere la solidarietà tra i paesi della regione più colpiti da covid-19.

Né Almagro può chiedere che cessino le sanzioni economiche e commerciali USA contro i nostri paesi, o che vengano revocate, almeno in tempi di pandemia; o che il governo Trump smetta di perseguitare società, compagnie di navigazione, banche ed altre entità internazionali affinché non vendano, né permettano far arrivare ai nostri paesi, forniture essenziali per combattere la malattia.

Quando l’OSA e il suo più alto funzionario alzeranno la voce a favore dei popoli latinoamericani e caraibici?

Mai. Sarebbe meglio che Luis Almagro continui in isolamento, non per 14 giorni, ma per tutta la sua esistenza.

Almagro salió de la «cuarentena»

Estaba perdido el señor Luis Almagro. Pero, que se sepa, no es por alguna afectación por la COVID-19. Pienso, más bien, que estaba «cargando las pilas» para dar continuidad a la política establecida por el gobierno de Estados Unidos, que fue quien propuso e impuso su reelección como secretario general de la OEA, en marzo pasado

Autor: Elson Concepción Pérez

Estaba perdido el señor Luis Almagro. Pero, que se sepa, no por alguna afectación de la covid-19. Pienso, más bien, que estaba «cargando las pilas» para dar continuidad a la política establecida por el Gobierno de Estados Unidos, que fue quien propuso e impuso su reelección como secretario general de la oea, en marzo pasado.

En estos meses de pandemia no se le vio la cara, ni se conoció pronunciamiento alguno, por ejemplo, para criticar las políticas de algunos gobiernos de la región, como los de Estados Unidos, Brasil, Ecuador o Chile, donde el virus sars-cov-2 ha provocado cientos de miles de muertos, se ha puesto al desnudo un sistema de Salud colapsado, y sus mandatarios han hecho gala de ineptitud para elaborar y conducir programas sociales al respecto.

Apareció, al tomar posesión el pasado 27 de mayo en su nuevo mandato al frente de la desprestigiada institución. Un reporte de ap informa que Luis Almagro asume un segundo periodo y lo hizo, según sus palabras, «con una advertencia contra los intentos autoritarios en la región».

Esto, en su vocabulario, significa contra Venezuela, Cuba y Nicaragua, tal y como se concibe en el guión elaborado por Trump y Pompeo, que nada nuevo tiene que no sea el autodesprestigio tanto de la oea como de su jefe y el gobierno anfitrión al que le sirve.

«No vamos a ceder un ápice ante las dictaduras. Si les gusta a todos, muy bien, si no le gusta a nadie, muy bien también», aseguró Almagro en un discurso que parecía más de Donald Trump que del propio secretario general de la Organización de Estados Americanos. O es que a Pompeo se le trastocaron los papeles. O lo hizo con toda intención.

No olvidemos que fueron Luis Almagro y su organización quienes concibieron y patrocinaron el golpe de Estado contra Evo Morales en Bolivia, y se han convertido en los más fieles cumplidores de los planes estadounidenses contra Venezuela, en apoyo a una posible intervención militar, los que aplauden el bloqueo contra Cuba, los que difaman a Nicaragua.

Por eso, estoy seguro, le fue imposible dedicar algunas palabras o algún documento para propiciar la solidaridad entre los países de la región más afectados por la covid-19.

Tampoco puede Almagro pedir que cesen las sanciones económicas y comerciales de Estados Unidos contra nuestros países, o que se levanten, al menos en época de pandemia; o que el gobierno de Trump deje de perseguir a empresas, navieras, bancos y otras entidades internacionales para que no vendan, ni permitan hacer llegar a nuestros países, insumos imprescindibles para combatir la enfermedad.

¿Cuándo levantará su voz la oea, y su máximo responsable, a favor de los pueblos latinoamericanos y caribeños?

Nunca. Sería mejor que el señor Luis Almagro continúe en aislamiento, no de 14 días, sino para toda su existencia.