Lo studente colombiano ed il DNA cubano
Il giovane Nicolás Maldonado non poteva pagarsi la facoltà di Medicina nel suo paese, Colombia, dove aiutava la sua famiglia come venditore ambulante.
Ha poi ottenuto una borsa di studio presso la Scuola Latinoamericana di Medicina a Cuba.
E iniziarono le sue paure: sarebbe stato come dicevano RCN, Caracol, Semana o El Tiempo? Stavano morendo di fame sull’isola? Al giungere avrebbe dovuto custodire il sapone e la carta igienica? Gli avrebbero lavato il cervello con la “propaganda comunista”? Gli avrebbero sequestrato la sua chitarra?
In Colombia non aveva lavoro, opportunità di studio né assistenza sanitaria, ma c’era la carta igienica! E la libertà. Forse per essere assassinato da un criminale, dalla polizia o dai paramilitari, ma dopotutto, libertà!
Nicolás è arrivato a Cuba. Ha scoperto il sapone e la carta igienica cubani. Ed ha comprovato che “l’indottrinamento” non solo non esisteva, ma era proibito: lì si andava a studiare per essere medico e, al ritorno, aiutare la sua gente.
Ha appreso medicina sociale e comunitari, lontana da qualsiasi affare. E si è integrato in un programma di studio completamente coordinato con le esigenze della popolazione.
Servire nelle comunità gli ha permesso di conoscere a fondo il paese. Un popolo con difficoltà ma isruitto, allegro, orgoglioso della propria storia e, soprattutto, estremamente solidale: questo è il DNA cubano.
A proposito, Nicolás Maldonado, amante del rock, ha fondato una band thrash metal che si è esibita in vari festival dell’isola. E nessuno ha sequestrato la sua chitarra.
El estudiante colombiano y el ADN cubano
El joven Nicolás Maldonado no podía pagarse la carrera de Medicina en su país, Colombia, donde ayudaba a su familia como vendedor ambulante.
Consiguió entonces una beca en la Escuela Latinoamericana de Medicina de Cuba.
Y comenzaron sus temores: ¿sería como decían RCN, Caracol, Semana o El Tiempo? ¿Se morían de hambre en la Isla? ¿Al llegar, debería custodiar su jabón y papel higiénico? ¿Le lavarían el cerebro con “propaganda comunista”? ¿Decomisarían su guitarra?
En Colombia no había empleo, oportunidades de estudio ni atención de salud, ¡pero sí papel higiénico! Y libertad. Quizá para ser asesinado por un delincuente, la policía o los paramilitares, pero al fin y al cabo ¡libertad!
Nicolás llegó a Cuba. Descubrió el jabón y el papel higiénico cubanos. Y comprobó que el “adoctrinamiento” no solo no existía, sino que estaba prohibido: allí se iba a estudiar para ser médico y, al regreso, ayudar a su gente.
Aprendió de medicina social y comunitaria, alejada de todo negocio. Y se integró a un programa de estudios completamente coordinado con las necesidades de la población.
Atender en las comunidades le permitió conocer el país a fondo. A un pueblo con dificultades pero instruido, alegre, orgulloso de su historia y, por sobre todo, solidario en extremo: así es el ADN cubano.
Por cierto, Nicolás Maldonado, amante del rock, fundó una banda thrash metal que actuó en varios festivales de la Isla. Y no: nadie decomisó su guitarra.