Intervención Bruno Rodríguez Parrilla

Intervención del ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, en la XX Reunión de cancilleres de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC)

Excmo. Sr. Marcelo Ebrard Casaubon, Secretario de Relaciones Exteriores de México, Presidente Pro Tempore de la CELAC,

Estimados Cancilleres, amigos todos:

A poco más de una década de la histórica fundación de la CELAC, persiste nuestro anhelo de alcanzar la unidad en la diversidad para, a través de la concertación política y la solidaridad, avanzar en el desarrollo sostenible y el bienestar de los pueblos de la región.

La propagación de la COVID-19 ha profundizado las desigualdades en la región más desigual del planeta, donde el 30% de la población no tiene acceso a atención médica por razones económicas. Se prevé que la pandemia provocará la mayor contracción económica de la historia de América Latina y el Caribe, con un decrecimiento no inferior, en cálculos conservadores, al 9.1% del PIB regional y un incremento de la pobreza en cerca de 45 millones de personas, que se sumarán a los 186 millones que vivían en esa situación antes de la pandemia; como resultado de décadas de fallidas políticas neoliberales. Se estima que 18 millones de personas más, según datos seguramente subcalculados, quedarán desempleadas.

Estos devastadores efectos evidencian la urgencia de potenciar el multilateralismo y la cooperación. Unidos, sin exclusiones de ninguna naturaleza, complementándonos y compartiendo los recursos a nuestro alcance, podemos enfrentar en mejores condiciones los retos comunes.

Incluso en estas circunstancias, el gobierno de los Estados Unidos ha recrudecido sus arbitrarias medidas coercitivas unilaterales contra algunos de nuestros países, que frenan su desarrollo, obstaculizan las respuestas a la pandemia y violan el Derecho Internacional, los postulados de la Carta de las Naciones Unidas y de la Proclama de la América Latina y el Caribe como Zona de Paz.

La agresividad del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos contra Cuba, hoy más que nunca, de forma sin precedente, constituye un impedimento determinante para el desarrollo sostenible del pueblo cubano y ocasiona enormes daños económico y humanos.

Reafirmamos nuestro respaldo al presidente Nicolás Maduro y a la unión cívico-militar del pueblo bolivariano y chavista ante las ilegales medidas impuestas por Estados Unidos contra Venezuela.

De igual forma, nos solidarizamos con el pueblo y Gobierno de Nicaragua y rechazamos las medidas contra el derecho de ese hermano país al bienestar, la seguridad y la paz.

Es inadmisible el irrespeto y la manipulación creciente de los organismos internacionales. Denuncio que el gobierno de Estados Unidos, como parte de su campaña deshonesta y mendaz para desacreditar la cooperación médica internacional de Cuba, impuso a la Organización Panamericana de la Salud, sin ningún mandato de los Estados miembros, una evaluación de su papel en el Programa Más Médicos en Brasil, iniciativa del entonces gobierno popular del PT de ese país, que benefició a amplios sectores de su población.

Estimados colegas:

Reafirmamos la confianza depositada en el fraterno México para revitalizar la CELAC, inspirados en el compromiso de la Cumbre de la Unidad. Reiteramos el apoyo al ejercicio de su Presidencia Pro Tempore y apoyamos que se extienda por otro año. Celebramos las iniciativas para el enfrentamiento regional a la COVID-19 y sus esfuerzos para cumplimentar el Plan de Trabajo para el 2020.

Es imprescindible, a nuestro juicio, retomar la concertación y hacer efectiva la gestión de la CELAC en los foros multilaterales, como uno de sus mandatos fundacionales. El inicio del 75º período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, es ocasión propicia para ello. En este sentido, acogemos con profunda satisfacción la Declaración Especial sobre la cuestión de las Islas Malvinas, aprobada por la Comunidad. Es necesario también, cuando las condiciones sanitarias lo permitan, relanzar el diálogo político regional al más alto nivel posible.

Como expresó el General de Ejército Raúl Castro Ruz, en la Cumbre Fundacional de la CELAC, en Caracas, en 2011 y cito: “La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños es nuestra obra más preciada. Simbólicamente, consolida el concepto de una región unida y soberana, comprometida con un destino común.” Fin de la cita.

Nos asiste el deber de fortalecer este mecanismo de concertación genuinamente latinoamericano y caribeño, verdaderamente independiente e inclusivo. Honremos sus propósitos fundacionales por la unidad y el desarrollo de “Nuestra América”.

Muchas gracias.

La Habana, 24 de septiembre de 2020.

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