Iroel Sánchez https://lapupilainsomne.wordpress.com
Questo 29 maggio 2015 si conclude il termine che la legislazione USA dà al Congresso per opporsi all’esclusione di Cuba dalla lista dei paesi sponsor del terrorismo, che annualmente elabora il Dipartimento di Stato.
Come è noto da settimane, il gruppo di congressisti che si oppone alla decisione riconobbe, per voce della rappresentante per lo stato della Florida, Ileana Ros-Lehtinen, la sua incapacità d’impedire tale modifica.
L’inclusione di Cuba nella lista risale al 1982, quando il presidente Ronald Reagan la determinò come parte della sua strategia di guerra sporca in Centro America che portò allo scoppio dello scandalo Iran-Contra e alla rivelazione dei legami tra controrivoluzione nicaraguense, il traffico di droga e la vendita di armi all’Iran, il tutto coordinato da Washington.
E’ tempo quindi di vedere, nel corso di questi anni, chi sono stati gli sponsorizzati da entrambi i paesi.
Mentre Cuba stava, da decenni, sostenendo la ricerca della pace in Colombia, Washington armò fino ai denti gli esecutori dei “falsi positivi”, se l’isola cercò dalla presidenza del Movimento dei paesi Non Allineati la pace tra Iran e Iraq, dalla Casa Bianca si armò il secondo contro il primo. In America Latina, mentre la CIA coordinava il Piano Condor con Pinochet e simili e addestrava i torturatori nella Scuola delle Americhe, Cuba era al lato dei torturati e rapiti insieme agli attuali presidenti Jose Mujica, Dilma Rousseff, Salvador Sanchez Ceren ed il Premio Nobel per la Pace Rigoberta Menchu e Adolfo Perez Esquivel.
Negli anni in cui la CIA finanziava Al Qaeda per combattere i sovietici in Afghanistan, a Cuba studiavano giovani palestinesi per formarsi come medici e mentre Washington permetteva che Israele cedesse bombe nucleari al regime dell’aparteheid, considerava terroristi e manteneva in quella lista, sino al 2008, l’African National Congress e il suo leader Nelson Mandela, il governo dell’Avana sostenne entrambi nella loro lotta contro i razzisti sudafricani.
Benvenuto che a Washington scoprano l’acqua calda, ma quando l’impunità protegge ancora i colpevoli dei voli illegali della CIA, delle torture a Guantanamo e Abuh Ghraib e non c’è giustizia per le vittime innocenti di droni in Pakistan e Medio Oriente, gli autori della lista dovrebbero guardare meglio nei loro archivi e non mettersi in posa da procuratori planetari.
EE.UU., Cuba y el terrorismo: ¿Quiénes son los patrocinados?
Iroel Sánchez
Este 29 de mayo de 2015 concluye el plazo que la legislación estadounidense da al Congreso para oponerse a la exclusión de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo que cada año elabora el Departamento de Estado.
Como es conocido hace semanas, el grupo de congresistas que se opone a esa decisión reconoció, en voz de la representante por el estado de la Florida Ileana Ros-Lehtinen, su incapacidad de impedir esa modificación.
La inclusión de Cuba en esa lista se remonta al año 1982, cuando el gobierno de Ronald Reagan lo determinó así como parte de su estrategia de guerra sucia en Centroamérica que llevó al estallido del escándalo Irán-Contras y la revelación de vínculos entre la contrarrevolución nicaraguense, el narcotráfico y la ventas de armas a Irán, todo ello coordinado desde Washington.
Es hora entonces de ver, a lo largo de estos años, quiénes han sido los patrocinados por ambos países.
Mientras Cuba estuvo décadas apoyando la búsqueda de la paz en Colombia, Washington armó hasta los dientes a los ejecutores de los “falsos positivos”, si la Isla buscó desde la presidencia del Movimiento de países No alineados la paz entre Irán e Iraq, desde la Casa Blanca se armó al segundo contra el primero. En Latinoamérica, mientras la CIA coordinaba el Plan Cóndor con Pinochet y similares y entrenaba a los torturadores en la Escuela de las Américas, Cuba estaba del lado de los torturados y secuestrados junto a los ahora presidentes José Mujica, Dilma Rouseff, Salvador Sánchez Cerén, y los Premios Nobel de la Paz Rigoberta Menchú y Adolfo Pérez Esquivel.
En los años en que la CIA financiaba a Al Qaeda para enfrentar a los soviéticos en Afganistán, en Cuba estudiaban jóvenes palestinos para formarse como médicos Y mientras Washington permitía que Israel cediera bombas nucleares al régimen del aparteheid, consideraba terroristas y mantuvo en esa lista hasta el año 2008 al Congreso Nacional Africano y su líder Nelson Mandela, el gobierno de La Habana apoyó a ambos en su lucha contra los racistas sudafricanos.
Bienvenido que en Washington descubran el agua tibia pero cuando la impunidad aún protege a los culpables de los vuelos ilegales de la CIA, las torturas en Guantánamo y Abuh Ghraib y no hay justicia para las víctimas ionocentes de drones en el Oriente Medio y Paquistán, los autores de la lista deberían mirar mejor en sus archivos y no posar de fiscales planetarios.