B. Petrich, La Jornada https://lapupilainsomne.wordpress.com
Dovendo scegliere tra due mali (i contendenti per la presidenza USA), Julian Assange, direttore di Wikileaks, descrive così il dilemma: Donald Trump è imprevedibile. Hillary Clinton, al contrario, è perfettamente prevedibile. Purtroppo.
La virtuale candidata per il Partito Democratico, ha pronosticato, che seguirà una politica di interventi militari nel mondo, qualcosa che è nell’anima stessa USA. E’, ha aggiunto, un falco (come si definiscono i governanti USA proclivi alle opzioni militari) e avrà il potere di iniziare molte guerre, anche se lungo tutta la sua campagna ha insistito che vuole finirle.
Assange ha partecipato, questo martedì, via Internet dall’Ambasciata dell’Ecuador a Londra, dove si trova isolato da quattro anni, al Foro dei Media organizzato dall’agenzia di notizie russa Rossiya Segodnya, in cui si dibatte sul futuro dei media monopolisti.
Dopo aver ascoltato espressioni di sostegno e solidarietà da molti dei giornalisti assistenti, ha risposto a una domanda sul suo confino. Resta difficile, soprattutto perché i miei figli stanno crescendo, passando dall’infanzia alla giovinezza, e io non sono con loro, ha detto. Ha ammesso che soffre problemi di salute. Ma almeno può ancora lavorare. E infatti, ha aggiunto, questo è stato un anno molto produttivo per lui e Wikileaks.
Nella sua analisi sui rapporti di forza che si hanno, a livello globale, tra i media corporativi dominanti e quelli emergenti che si sforzano di contrastare il potere delle grandi imprese, ha spiegato che non condivide l’ottimismo espresso da molti degli oratori, nel senso che il potere monopolistico dei grandi gruppi mediatici si sta indebolendo. C’era chi addirittura ha sostenuto che questi monopoli sono già morti.
Ha indicato che anche se, in effetti, il rapporto di forza nell’industria dell’informazione sta cambiando grazie all’ambiente digitale e al terreno che stanno guadagnando altri media, i cosiddetti alternativi, i giganti della comunicazione come News Corp, di Rupert Murdoch, Viacom, CNN, e altri continuano a controllare i flussi informativi. Piuttosto, Assange ha avvertito sui nuovi rischi che stanno emergendo. E’ all’orizzonte un nuovo monopolio più potente, ha detto, ed ha citato Google, la società dominante d’Internet che oggigiorno controlla l’80% dell’informazione che scorre attraverso gli smartphone.
Ha descritto Google come parte integrante dello Stato nel governo di Washington. Il presidente Barack Obama e Google sono andati a letto insieme, ha detto. Ha ricordato che Eric Schmidt, alto dirigente di Google, che Assange ha intervistato a lungo per Wikileaks prima della persecuzione giudiziaria contro di lui lo forzasse a chiedere asilo presso l’Ambasciata dell’Ecuador a Londra, è il personaggio che più ha visitato la Casa Bianca. Praticamente ogni settimana.
Questa integrazione di Google con l’amministrazione, ha spiegato, è parte di un processo silenzioso dello Stato USA di consegnare le sue strutture alle corporazioni private. L’ha chiamata l’ eccezionalità USA.
Ha citato un esempio eloquente. Il controllo della sicurezza nazionale USA, il cuore stesso dello Stato, è stato concesso ad aziende private. Negli anni 90 Washington aveva firmato accordi con circa 10 diverse corporazioni dedicate a diverse specialità della sicurezza. Oggi ne ha sottoscritto più di 1100. Cioè, l’85% dell’enorme bilancio USA dedicato alla sicurezza va ai finire nei conti di queste aziende private. La frontiera tra lo Stato e queste corporazioni si sta diluendo.
Ha ribadito quello che ha definito, in vari degli studi prodotti nel suo isolamento, il capitalismo di sorveglianza, di cui formano parte non solo Google, ma le aziende che gestiscono le principali rete sociali a livello globale, Facebook e Twitter.
Ha commentato circa la trappola in cui sono intrappolati migliaia di media indipendenti, che spinti dalla necessità di competere e raggiungere un pubblico più ampio usano queste reti. Il suo stesso progetto, Wikileaks, anche lo usa. “Quello che dobbiamo fare -ha segnalato- è essere coscienti della natura di questo spazio per cui transitiamo. È uno spazio precario in cui convergono milioni di voci, ma non per realizzare un dibattito aperto, ma per operare sotto un meccanismo di controllo di massa”.
Ha detto che ha sempre pensato che, in qualsiasi momento, Twitter deciderà di bloccare la circolazione di Wikileaks in quella rete. Penso che se non l’ha fatto finora è perché sa che abbiamo il sufficiente capitale politico per affrontare questa censura.
Al forum hanno partecipato decine di giornalisti provenienti da Europa, Asia, Africa e USA. Per l’America Latina era presente La Jornada. Prima di chiudere il presidente russo, Vladimir Putin, ha fatto atto di presenza.
Google, parte integral del Estado estadunidense, asegura Julian Assange
Por Blanche Petrich, La Jornada
Puesto a elegir entre dos males (los contendientes para la presidencia de Estados Unidos), Julian Assange, director de Wikileaks, describe así la disyuntiva: Donald Trump es imprevisible. Hillary Clinton, por el contrario, es perfectamente previsible. Por desgracia.
La virtual candidata por el Partido Demócrata, pronosticó, seguirá una política de intervenciones militares en el mundo, algo que está en el alma misma de Estados Unidos. Es, añadió, un halcón (como se señala a los gobernantes estadunidenses proclives a las opciones bélicas) y va a tener el poder de iniciar muchas guerras, aunque a lo largo de sus campañas ha insistido en que quiere terminarlas.
Assange participó este martes, vía Internet desde la embajada de Ecuador, en Londres, donde se encuentra asilado desde hace cuatro años, en el Foro de los Medios organizado por la agencia de noticias rusa Rossiya Segodnya, en el cual se debate sobre el futuro de los medios de comunicación monopólicos.
Luego de escuchar muestras de apoyo y solidaridad de varios de los periodistas asistentes, respondió a una pregunta sobre su encierro. Sigue siendo difícil, sobre todo porque mis hijos están creciendo, pasando de la niñez a la juventud, y no estoy con ellos, expresó. Admitió que sufre problemas de salud. Pero por lo menos todavía puedo trabajar. Y de hecho, añadió, este ha sido un año muy productivo para él y Wikileaks.
En su análisis sobre la correlación de fuerzas que hay a nivel global entre los medios corporativos dominantes y los emergentes que se esfuerzan por contrarrestar el poder de los grandes consorcios, explicó que no comparte el optimismo expresado por varios de los ponentes en el sentido de que el poder monopolizador de los grandes grupos mediáticos se está debilitando. Hubo quienes incluso aseguraron que estos monopolios ya están muertos.
Indicó que aunque, en efecto, la correlación de fuerzas en la industria de la información está cambiando gracias al entorno digital y al terreno que han ido ganando otros medios, los llamados alternativos, los gigantes de la comunicación como News Corp, de Rupert Murdoch, Viacom, CNN, y otros siguen en control de los flujos informativos. Más bien, Assange alertó sobre nuevos riesgos que se perfilan. Hay en el horizonte un nuevo monopolio mucho más poderoso, señaló, y citó a Google, la empresa dominate de Internet que hoy en día controla el 80 por ciento de la información que fluye a través de los teléfonos inteligentes.
Describió a Google como parte integral del Estado en el gobierno de Washington. El presidente Barack Obama y Google se han ido a la cama juntos, dijo. Recordó que Eric Schimdt, alto ejecutivo de Google, a quien Assange entrevistó largamente para Wikileaks antes de que la persecución judicial en su contra lo forzara a pedir asilo en la embajada de Ecuador en Londres, es el personaje que más ha visitado la Casa Blanca. Prácticamente cada semana está ahí.
Esta integración de Google a la administración, explicó, forma parte de un proceso silencioso del Estado estadunidense de entregar sus estructuras a corporaciones privadas. Lo llamó la excepcionalidad de Estados Unidos.
Citó un ejemplo elocuente. El control de la seguridad nacional estadunidense, el corazón mismo del Estado, ha sido concesionado a empresas privadas. En los años 90 Washington había firmado convenios con cerca de 10 corporativos dedicados a distintas especialidades de seguridad. Hoy tiene sucritos más de mil 100. Es decir, 85 por ciento del enorme prespuesto estadunidense dedicado a la seguridad va a parar a las cuentas de estas empresas particulares.La frontera entre el Estado y estos corporativos se está diluyendo.
Abundó sobre lo que ha definido en varios de los estudios que produce en su cautiverio el capitalismo de vigilancia, del que forman parte no sólo Google, sino las empresas que manejan las principals redes sociales a nivel global, Facebook y Twitter.
Comentó acerca de la trampa en la que se encuentran atrapados miles de medios de comunicación independientes, quienes impulsados por la necesidad de competir y alcanzar mayores audiencias utilizan estas redes. Su propio proyecto,Wikileaks, lo utiliza también. “Lo que tenemos que hacer –señaló– es estar conscientes de la naturaleza de este espacio por el que transitamos. Es un espacio precario en el cual confluyen millones de voces, pero no para entablar un debate abierto, sino para funcionar bajo un mecanismo de control masivo”.
Dijo que siempre ha pensado que en cualquier momento Twitter va a decidir bloquear la circulacion de Wikileaks en esa red. Creo que si no lo ha hecho hasta ahora es porque sabe que tenemos el capital político suficiente para enfrentar esta censura.
En el foro participaron decenas de periodistas de Europa, Asia, África y Estados Unidos. Por América Latina estuvo presente La Jornada. Antes de la clausura el presidente ruso, Vladimir Putin, hizo acto de presencia.
(La Jornada)