Trabajadoras
y Trabajadores
Compatriotas:
Millones de cubanas y cubanos celebramos hoy el Primero de Mayo con la alegría y el entusiasmo renovados por la exitosa realización del 6to Congreso del Partido, que nos ha trazado el camino para llevar adelante la actualización de nuestro modelo económico.
Lo hacemos porque respaldamos los acuerdos del Congreso del Partido y los lineamientos de la política económica y social de la Revolución, en cuya discusión y enriquecimiento contribuimos con cientos de miles de opiniones y sugerencias que fueron tomadas en cuenta en otra demostración de genuina democracia revolucionaria.
Desfilamos y nos concentramos en las calles y plazas a lo largo y ancho del país, para ratificar que el socialismo es nuestra opción, y que lo perfeccionaremos y le daremos continuidad a partir de la estrategia trazada por el evento partidista.
Con nosotros también marchan esta mañana quienes ya no están físicamente, porque nuestra presencia aquí es un homenaje a los caídos en las luchas por la independencia y en la defensa de la Patria durante varios siglos, y en particular un sentido homenaje a los héroes y heroínas que hicieron posible que conmemoremos este año los aniversarios 50 de la proclamación del carácter socialista de la Revolución y de la victoria de Playa Girón.
Igualmente, con particular relevancia para el movimiento obrero, recordamos este año, los centenarios de los natalicios de tres de sus paradigmas: Lázaro Peña, Jesús Menéndez y José María Pérez.
Hace cincuenta años exactamente celebramos aquel Primero de Mayo en defensa del Socialismo y por primera vez las cubanas y los cubanos ya sabíamos leer y escribir, luego de aquella gran gesta que constituyó la Campaña de Alfabetización, premisas que nos pusieron en camino de ser más libres.
Gracias a eso hoy los trabajadores y el movimiento sindical no son simples observadores de los cambios, sino participantes activos en ellos. Sabemos que nos corresponde un papel protagónico en la actualización del modelo económico y en el perfeccionamiento de nuestra sociedad, para que sea más eficiente, productiva, racional en sus gastos, y podamos satisfacer más y mejor las necesidades de todo nuestro pueblo.
Para ello debemos situar en primer plano el trabajo, el ahorro, la disciplina, el orden y la exigencia, como única manera de superar nuestras propias deficiencias y errores.
Y lo haremos con Unidad, la cual es y seguirá siendo el arma más estratégica de la Revolución: una “unidad que no niega diferencia de opiniones, sino que se fortalece y consolida con ellas”.
Expresión de esa diversidad la tenemos hoy en nuestras filas, más engrosadas y fortalecidas con la sindicalización de decenas de miles de trabajadores no estatales, quienes comparten junto con los demás sectores laborales este Primero de Mayo.
Expresamos nuestra eterna gratitud, a través de las delegaciones que nos acompañan, a las organizaciones sindicales, movimientos sociales, grupos de solidaridad, personalidades y los trabajadores que admiran a Cuba y a su Revolución en todo el mundo.
Ese espíritu internacionalista es una tradición histórica que conservamos y enriquecemos como un valioso principio de lucha. Inspirados en él, los trabajadores nos manifestamos también por alcanzar la paz, en rechazo y condena a las guerras y agresiones imperialistas que acontecen en la actualidad por un nuevo reparto del mundo.
Del dolor y el sufrimiento que causan tales hostilidades imperiales hablamos con conocimiento de causa, luego de casi cinco décadas de bloqueo económico, financiero y comercial, impuesto por el gobierno de los Estado Unidos contra nuestro pueblo.
Como lo sienten también en carne propia nuestros Cinco Héroes injustamente presos en cárceles del Imperio, por cuya libertad y regreso inmediato a su Patria también nos pronunciamos en este Día Internacional de los Trabajadores.
Compatriotas
Marchemos por todo lo
que nos une y nos
levanta. Por la nación,
por Fidel, por Raúl, por
el Partido, la
Revolución y el
Socialismo. Por la
justicia social para
todos y el progreso
nuestro y de la
humanidad. Echemos
nuestra suerte, como
quería Martí, junto con
los pobres de la Tierra,
y cambiemos en la fragua
del trabajo, el mundo de
hoy y del mañana.
Central
de Trabajadores de Cuba
1 de Mayo 2011