Arthur Gonzalez http://heraldocubano.wordpress.com

Temendo che l’Unione Europea (UE) revochi ufficialmente le sanzioni imposte a Cuba, 20 anni fa sotto le pressioni esercitate dal governo USA, la mafia anticubana di Miami sta muovendo i propri dipendenti verso il continente europeo. L’obiettivo perseguito è che queste marionette facciano dichiarazioni, partecipino a conferenze stampa e prendano contatti con i parlamentari della destra perché si oppongano alla revoca delle inutili sanzioni, che dal 1996, cercano di strangolare economicamente la Rivoluzione cubana.
Questa è la ragione per cui vari elementi reclutati dagli yankee per le loro campagne mediatiche, vagano per corridoi e uffici europei, inventando repressioni contro di loro e fittizie violazioni dei diritti umani per creare cliché contro Cuba; esempio di questo è stato il recente viaggio dell’incolta e maleducata Berta Soler in Germania e quello dell’altro salariato, di nome Antonio González-Rodiles, in Spagna.

Come pubblicato nel ‘Diario de Cuba’, libello pagato dagli USA, dall’inizio di luglio González-Rodiles vaga per gli uffici di alcuni deputati spagnoli del Partito Popolare e di altri partiti di destra, a quanto pare previamente coordinato con la missione diplomatica statunitense a Madrid, per ottenere un loro impegno di non appoggiare la revoca delle arcaiche ed inefficaci sanzioni contro Cuba.

Con una retorica immobile e logora, il salariato dagli yankee ha ripetuto il vecchio discorso sulla presunta repressione verso i controrivoluzionari addestrati, riforniti e finanziati dal governo USA con parte dei 20 milioni di dollari annuali che la Casa Bianca assegna per queste attività; qualcosa che crolla al solo vederlo splendente di salute, elegantemente vestito e ben nutrito, nel miglior stile di un “gentelman”.

Gonzalez-Rodiles ha detto ai deputati Teófilo de Luis, del Partito Popolo; Carlos Salvador, di Unione del Popolo Navarro; Antonio Pico, di Convergenza e Unione; e Antonio Canto, di Unione Progresso e Democrazia; che le autorità cubane mantengono brevi detenzioni, atti di ripudio e vessazioni nelle vie pubbliche.

Queste false accuse sono dovute somigliare a storie per bambini ai deputati spagnoli, abituati ad assistere e sostenere le selvagge repressioni che eseguono le forze di polizia spagnole contro pacifici manifestanti che esigono lavoro, sicurezza sociale, salute pubblica e la fine degli sfratti per la mancanza di denaro, di cui soffre la maggior parte del popolo, per pagare debiti ed affitti.

Parlare di atti di ripudio popolare a Cuba senza manganellate, senza gas lacrimogeni senza polizia con abiti speciali come caschi, scudi e giubbotti antiproiettile, probabilmente ha causato risate e burla tra i deputati, che inoltre hanno approvato la cosiddetta Legge Mordaza, che vieta le manifestazioni per strada e appoggia legalmente la brutale repressione contro il popolo.

Con l’arroganza che gli offre l’appoggio del governo USA, Antonio González-Rodiles ha richiesto che l’Unione Europea deve includere nelle clausole dell’accordo temi relativi alla democrazia e ai diritti umani; tuttavia ho dovuto sentire per bocca dei parlamentari che il dialogo tra l’Avana e Bruxelles cerca un accordo politico e di cooperazione con il governo cubano.

Quanto differente è la posizione assunta rispetto a ciò che accade in Palestina, dove il governo israeliano massacra, continuamente, persone innocenti, assassina bambini, donne, anziani e uomini, senza che nessuno gli imponga un blocco economico né sanzioni del Consiglio di Sicurezza dell’ONU o dichiarazioni minacciose dell’Alta Rappresentante della UE per le relazioni Estere, Catherine Ashton, o come quelle che fa  contro Cuba l’eurodeputato Paul Rübig.

Naturalmente, Israele è un fedele alleato USA e non si può toccare neppure con il petalo di una rosa.

L’olocausto del popolo palestinese non causa preoccupazione agli yankee; tuttavia il rifiuto del popolo cubano alle azioni degli agenti finanziati con i dollari di Washington sì provoca inquietudine agli USA e quindi si deve strangolare la Rivoluzione cubana per il semplice fatto di aver deciso, da più di mezzo secolo, di vivere senza sottomettersi ai dettami dello Zio Sam.

Patalean las marionetas yanquis
 
Arthur González
 
Temerosos de que la Unión Europea levante oficialmente las sanciones impuestas a Cuba desde hace 20 años bajo las presiones realizadas por el gobierno norteamericano, la mafia anticubana de Miami está moviendo a sus asalariados hacia el continente europeo. El objetivo que persiguen es que sus marionetas hagan declaraciones, participen en conferencias de prensa y contacten con parlamentarios de derecha para que se opongan al levantamiento de las inservibles sanciones, que desde 1996 buscaban ahogar económicamente a la Revolución cubana.
 
 Ese es el motivo de que varios elementos reclutados por los yanquis para sus campañas mediáticas, deambulen por pasillos y oficinas europeas, inventando represiones contra ellos y ficticias violaciones de los derechos humanos para crear matrices de opinión contra Cuba; ejemplo de esto fue el reciente viaje de la inculta y grosera Berta Soler por Alemania y el de otro de los asalariados nombrado Antonio González-Rodiles, por España.
 
 Según publicó Diario de Cuba, libelo pagado por Estados Unidos, desde inicios del mes de julio, González-Rodiles merodea los despachos de algunos diputados españoles del Partido Popular y otros paridos de derecha, al parecer previamente coordinado con la misión diplomática norteamericana en Madrid, para lograr un compromiso de ellos de no apoyar el levantamiento de las arcaicas e inoperantes sanciones a Cuba.
 
 Con una retórica inamovible y gastada, el asalariado de los yanquis repitió el viejo discurso sobre la supuesta represión hacia los contrarrevolucionarios entrenados, abastecidos y financiados por el Gobierno de Estados Unidos con parte de los 20 millones de dólares anuales que asigna la Casa Blanca para esas actividades, algo que se derrumba con solo verlo a él rebosante de salud, elegantemente vestido y bien alimentado, al mejor estilo de un “gentleman”.
 
 Según González-Rodiles comentó a los diputados Teófilo de Luís, del Partido Popular; Carlos Salvador, de Unión del Pueblo Navarro; Antonio Picó, de Convergencia y Unión; y Antonio Cantó, de Unión Progreso y Democracia; las autoridades cubanas mantienen breves detenciones, actos de repudio y hostigamiento en la vía pública.
 
 Esas acusación falsas debieron parecérsele cuentos de niños a los diputados españoles, acostumbrados a presenciar y apoyar las salvajes represiones que ejecutan los cuerpos policíacos de España contra pacíficos manifestantes que exigen trabajo, seguridad social, salud pública y el fin de los desalojos, ante la falta de dinero que tiene la mayoría del pueblo para pagar sus deudas y rentas.
 
 Hablar de actos de repudio popular en Cuba, sin porrazos, ni gases lacrimógenos ni policías con atuendos especiales como cascos, escudos y chalecos antibalas, seguramente causó risa y burla entre los señores diputados, quienes además aprobaron la llamada Ley Mordaza, que prohíbe las manifestaciones callejeras y respalda legalmente la brutal represión contra el pueblo.
 
 Con la prepotencia que le facilita el respaldo del gobierno de Estados Unidos, Antonio González-Rodiles exigió que la Unión Europea tiene que incluir en las cláusulas del acuerdo temas referidos a la democracia y derechos humanos; sin embargo tuvo que escuchar de boca de los parlamentarios que el diálogo entre La Habana y Bruselas busca de un acuerdo político y de cooperación con el gobierno cubano.
 
 Cuan diferente es la posición asumida con relación a lo que sucede en Palestina, donde el gobierno de Israel masacra de forma continuada a personas inocentes, asesina a niños, mujeres, ancianos y hombres, sin que nadie le imponga un bloqueo económico ni sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU ni declaraciones amenazantes de la Alta Representante de la Unión Europea para las Relaciones Exteriores, Catherine Ashton o como las que hace contra Cuba el eurodiputado Paul Rübig.
 
Por supuesto, Israel es un aliado incondicional de Estados Unidos y a ellos no se les puede tocar ni con el pétalo de una rosa.
 
 El holocausto que vive el pueblo palestino no causa preocupación a los yanquis; sin embargo el rechazo del pueblo cubano a las acciones de los agentes financiados con los dólares de Washington si les provoca inquietud y por tanto hay que ahogar a la Revolución cubana por el simple hecho de haber decidido desde hace más de medio siglo, vivir sin someterse a los dictados del Tío Sam.