http://www.cubadebate.cu G. Malvido/La Opinion
Con il suo berretto grigio, il maglione scuro e un tema strumentale sul punto di terminare, è entrato, ieri, il cubano Silvio Rodriguez nel Coliseum, che lo aspettava con circa 4000 posti a sedere occupati e con il loro uditi attenti a quella che è stata la sua prima Canzone d’amore.
“Avrei dovuto dire vi voglio offrire”, ha detto, con la chitarra tra le mani, riferendosi a una delle frasi che aveva appena cantato, una di quelle che gli “divertono la gola”, ha detto.
E le voci hanno cominciato ad alzarsi con Oleo de una mujer con sombrero, poiché è stata la prima delle canzoni del concerto che era parte di quel cantare insieme, che interpretò con Aute in Las Ventas nel 1993. E hanno suonato i versi di Ruben Martinez Villena prima di un riposo del cantautore che, il giorno prima, ha visitato gli studenti del collegio Sanjurjo de Carricarte, con la sua chitarra, per cantargli la vita e l’amore.
Ha dedicato La Maza ad una prigioniera portoricana (Ana Belen Montes) che sconta la prigione negli USA e a José Couso (giornalista spagnolo ucciso dalle truppe USA in Iraq ndt). Con San Petersburgo ha ricordato Gabriel Garcia Marquez, che durante un pericoloso volo, gli regalò immagini fatte con parole affinché le trasformasse in canzone. La parte finale del concerto, senza dubbio, il più cantato, Quién fuera, El necio, La era, Está pariendo un corazón, Ángel para un final, oltre de Ojalá .
Sul suo blog Segunda Cita, Silvio ha spiegato chi è Ana Belen Montes e perché le ha dedicato La Maza:
La detenuta che ho menzionato ieri, dopo di Mujeres, non è cubana, è portoricana. Si chiama Ana Belen Montes ed era un alto ufficiale dei servizi segreti USA. Quando sapeva che stavano per fare qualcosa di brutto a Cuba ci passava le informazioni. Così sta scontando una condanna di decenni e, alcuni anni fa, posi qui, come pagina iniziale, il suo allegato di auto-difesa. Ana Belen Montes. Molto male abbiamo evitato grazie a lei. Libertà per lei.
Silvio ofrece concierto en el Coliseum de Coruña: Dedica una canción a Ana Belén Montes
Por Gemma Malvido/ La Opinión
Con su boina gris, su jersey oscuro y un tema instrumental a punto de terminar, entró ayer el cubano Silvio Rodríguez en el Coliseum, que le esperaba con cerca de 4.000 butacas ocupadas y con los oídos atentos a la que fue su primera Canción de amor. “Debería haber dicho les quiero entregar”, dijo, con la guitarra entre las manos, en referencia a una de las frases que acababa de cantar, una de esas, que le “abrigan la garganta”, anunció.
Y las voces empezaron a alzarse con Óleo de una mujer con sombrero, porque fue la primera de las canciones del concierto que formaba parte de aquel mano a mano, que cantó con Aute en Las Ventas en 1993. Y sonaron los versos de Rubén Martínez Villena antes de un descanso del cantautor que, el día anterior, visitó a los alumnos del colegio Sanjurjo de Carricarte, con su guitarra, para cantarles sobre la vida y el amor.
Dedicó La Maza a una presa puertorriqueña (Ana Belén Montes) que cumple cárcel en Estados Unidos y a José Couso. Con San Petersburgo recordó a Gabriel García Márquez que, durante un vuelo peligroso, le regaló imágenes hechas con palabras para que las convirtiese en canción. La parte final del concierto, sin discusión, la más coreada con Quién fuera, El necio, La era, Está pariendo un corazón, Ángel para un final, además de Ojalá.
En su blog, Segunda Cita, Silvio explicó quién era Ana Belén Montes y por qué le dedicó La Maza:
La presa que mencioné ayer, después de Mujeres, no es cubana, es puertorriqueña. Se llama Ana Belén Montes y fue alto oficial de los servicios secretos estadounidenses. Cuando sabía que le iban a hacer algo malo a Cuba nos pasaba la información. Por eso está cumpliendo una condena de décadas y hace unos años puse aquí como entrada su alegato de autodefensa. Ana Belén Montes. Mucho mal no nos pasó por su culpa. Libertad para ella.