Arthur Gonzalez https://heraldocubano.wordpress.com
E’ molto il denaro che spendono, gli USA, per mantenere la guerra mediatica contro Cuba e, come ogni altro prodotto di consumo, non smettono, di pubblicare, giornalmente, qualsiasi notizia per mantenere la corrente d’opinione negativa verso la Rivoluzione socialista che tanto li disturba.
Una delle più recenti informazioni è che l’organizzazione, finanziata da fondi yankee, nota come Human Rights Watch (HRW), ha, spudoratamente, dichiarato “essere preoccupata per le deportazioni di cubani eseguite dall’Ecuador” e come direbbe un buon cubano “è il colmo!”.
Cuba deve sopportare che tale organizzazione che mai si pronuncia contro gli USA -per le centinaia di migliaia di deportazioni che attua con famiglie latine, separando madri dai figli, addirittura anche se nati in quel paese, là dove il suo Congresso non ha approvato le misure proposte per fermare tale violazione dei diritti umani – ora arriva con la storia della sua preoccupazione per ciò che, legalmente, fanno le autorità ecuadoriane.
I cubani in Ecuador sono debitamente documentati e hanno viaggiato legalmente, hanno piena tutela di sicurezza sanitaria, scolare e sociale a Cuba ed in nulla sono simili ai centinaia di migliaia di messicani, honduregni, salvadoregni, guatemaltechi o domenicani che entrano illegalmente negli USA; la maggior parte con molto basso livello di istruzione e senza risorse economiche.
E’ molto noto, da serie organizzazioni internazionali, che la politica migratoria USA contro Cuba è politicizzata a fini sovversivi, dal 1959, quando ricevettero, a Miami, come rifugiati politici centinaia di assassini, torturatori e ladroni che fuggivano dalla giustizia.
Per costruire un’immagine negativa della Rivoluzione crearono, a Miami nel dicembre 1960, il cosiddetto Centro di emergenza dei Rifugiati cubani, dove presero cura degli sbirri del tiranno Fulgencio Batista, che tanti crimini avevano accumulato.
La CIA per dare continuità a tale linea anticubana, organizzò ed eseguì l’esecrabile Operazione Peter Pan, attraverso la manipolazione psicologica di madri e padri, che temendo che fosse vero che il Governo rivoluzionario togliesse loro la patria potestà sui loro figli li inviarono, non accompagnati, negli USA, raggiungendo la cifra di 14048 bambini.
Di quell’atto criminale HRW non dice neppure mezza parola, come non mostra preoccupazione per le centinaia di migliaia di latinoamericani che attraversano, col treno, dal Messico diretti agli USA, e una volta raggiunto il presunto paradiso vengono vessati, picchiati e assassinati; come lo sono anche quelli che si arrischiano ad attraversare il muro costruito dagli yankee al confine con il Messico.
Ci sono troppe violazioni nel mondo perché i membri di HRW critichino l’Ecuador per ciò che sovranamente fa, poiché in tutti i paesi del mondo quando uno straniero viola i termini o le condizioni di soggiorno che supporta il visto in suo possesso, viene riportato al punto di ingresso, proprio come fanno, tutti i giorni, gli stati membri dell’Unione Europea, senza che questo preoccupi.
Dovrebbe causare vergogna, ai signori di HRW, il prestarsi a crociate mediatiche anticubane ed avere più coraggio e dignità per condannare gli USA, il maggior violatore dei diritti umani in questo mondo.
Per atteggiamenti simili José Martí disse: “… Ci sono poche cose che al mondo siano tanto odiate come gli ipocriti”.
La hipocresía de Human Rights Watch
Por Arthur González.
Es mucho el dinero que se gastan los Estados Unidos para mantener la guerra mediática contra Cuba y, como cualquier producto de consumo, no dejan de publicar diariamente alguna noticia para mantener la matriz de opinión negativa hacia la Revolución socialista que tanto les molesta.
Una de las más recientes informaciones es la de que la organización financiada con fondos yanquis conocida como Human Rights Watch, sin el menor pudor declaró “estár preocupada por las deportaciones de cubanos ejecutadas por Ecuador”, y como diría un buen cubano: “le zumba el mango”.
Cuba tiene que soportar que esa organización que nunca se pronuncia en contra de los Estados Unidos por los cientos de miles de deportaciones que ejecuta con familias latinas, separando a madres de hijos, incluso nacidos en ese país, que su Congreso no aprobó las medidas propuestas para detener esa violación de los derechos humanos, y ahora salga con el cuento de su preocupación por lo que legalmente hacen las autoridades ecuatorianas.
Los cubanos en Ecuador están plenamente documentados y viajaron de forma legal, en Cuba tienen total protección de seguridad médica, escolar y social, y en nada se parecen a los cientos de miles de mexicanos, hondureños, guatemaltecos, salvadoreños o dominicanos que entran ilegalmente a Estados Unidos, la mayoría con muy bajo nivel escolar y sin recursos económicos.
Es altamente conocido por organizaciones internacionales serias, que la política migratoria de Estados Unidos contra Cuba está politizada con fines subversivos desde 1959, cuando recibieron como refugiados políticos a cientos de asesinos, torturadores y ladrones en Miami, que huían de la justicia.
Para construir una imagen negativa de la Revolución crearon en Miami en diciembre de 1960, el llamado Centro de emergencia de Refugiados cubanos, donde atendieron a los esbirros del tirano Fulgencio Batista, que tantos crímenes acumulaban.
La CIA para darle continuidad a esa línea anticubana, organizó y ejecutó la execrable Operación Peter Pan, a través de la manipulación psicológica de madres y padres, que ante el temor de que fuese cierto que el Gobierno revolucionario les quitaría la patria potestad sobre sus hijos, los enviaron sin acompañantes hacia Estados Unidos, alcanzando la cifra de 14 mil 48 niños.
De esa acción criminal Human Rights Watch no dice ni media palabra, como tampoco muestra preocupación por los cientos de miles de latinoamericanos que cruzan en el tren desde México hacia Estados Unidos, y al llegar al supuesto paraíso son vejados, golpeados y asesinados, como lo son también los que se arriesgan a cruzar el muro levantado por los yanquis en la frontera mexicana.
Hay demasiadas violaciones en el mundo como para que los integrantes de Human Rights Watch critiquen a Ecuador por lo que soberanamente hace, porque todos los países del mundo cuando un extranjero viola los términos o las condiciones de estancia que respalda el visado que poseen, los regresan al punto de entrada, tal y como a diario realizan los estados integrantes de la Unión Europea, sin que eso mueva a preocupación.
Vergüenza debería darles a los señores de Human Rights por prestarse para cruzadas mediáticas anticubanas, y tener más valor y dignidad para condenar a Estados Unidos, mayor violador de los derechos humanos de este mundo.
Por actitudes similares José Martí expresó: “…Hay pocas cosas que en el mundo sean tan odiadas como los hipócritas”.