di influire sull’elezione di Trump
Iroel Sánchez https://lapupilainsomne.wordpress.com
“Dobbiamo fare qualcosa e lo faremo”, ha detto il presidente USA, Barack Obama, in un’intervista alla National Public Radio (NPR) riguardo all’accusa di agenzie di intelligence USA che segnalano il governo russo dietro le pubblicazioni di email di personale della campagna della candidata del Partito Democratico, Hillary Clinton, fatto a cui attribuiscono la vittoria di Donald Trump nelle ultime elezioni USA dell’8 novembre.
In precedenza, il portavoce della Casa Bianca, Eric Schultz, ha detto che vi sono prove “schiaccianti” di questa cosa ed importanti media, come The Washington Post e The New York Times, hanno attribuito alle agenzie come la NSA, la CIA e l’FBI la conclusione che è stato il governo russo che ha passato tali documenti a Wikileaks perché li pubblicasse alla vigilia delle elezioni USA, al fine di influire sul risultato.
Il signor Trump ha qualificato tali accuse come “ridicole” e fonti della sua squadra hanno dichiarato che coloro che hanno scatenato simili accuse “è la stessa gente che ha detto che Saddam Hussein aveva armi di distruzione di massa”.
Finora non è emersa alcuna prova definitiva a questo proposito, le autorità russe al più alto livello hanno negato le accuse e vari esperti hanno respinto questa possibilità.
Inoltre, richiama l’attenzione che queste accuse siano venute alla luce quando la Russia ha avuto un clamoroso successo in Siria con la vittoria militare contro lo Stato islamico ad Aleppo, che è anche una sconfitta per la politica di Obama e della sua ex Segretaria di Stato Hillary Clinton in Medio Oriente.
Inoltre, poco dopo che si sia saputo della designazione, da parte di Trump, del petroliere Rex Tillerson, vicino al presidente russo Vladimir Putin, a Segretario di Stato del suo gabinetto e mentre si avvicina la definitiva votazione del controverso Collegio elettorale USA in cui i grandi elettori devono designare Trump come presidente nonostante aver perso il voto popolare per più di due milioni di voti, ponendo in primo piano le contraddizioni di un sistema elettorale sempre più messo in discussione; che ora le élite del Partito Democratico cercano di sfruttare.
Ora l’ex ambasciatore britannico in Uzbekistan, Craig Murray, ha detto che lui ha trasmesso le informazioni a Wikileaks, dove è collaboratore, e che gliele ha consegnate una persona in un parco di Washington ed era sorpreso che le autorità USA non la conoscessero.
Ma se fosse il governo russo l’autore delle fughe di notizie, sarebbe la prima volta che Washington prova la sua stessa ricetta. Dato che si perde il conto, nella storia, delle volte che le informazioni gestite a Washington hanno influenzato i risultati elettorali in molte parti del mondo, e qualcosa più di informazioni: assassinii di presidenti, sabotaggi economici, azioni militari, colpi di stato, cospirazioni segrete, come provarono, alcuni anni fa, i cablo segreti del Dipartimento di Stato trapelati, anch’essi, da Wikileaks.
Ma a differenza di quello che, generalmente, si è diffuso da Washington al fine di influire su altri paesi, in questo caso c’è un piccolissimo dettaglio: le informazioni contenute nelle e-mail trapelate SONO VERE!!!!
E all’interno degli USA, i cittadini nordamericani dovrebbero ringraziare chiunque abbia fatto trapelare le e-mail. Perché grazie a questi documenti avrebbero potuto conoscere che fu la Citibank, e non il loro voto, che ha determinato il governo che hanno avuto negli ultimi otto anni, come testimoniano i messaggi scambiati tra i capi della campagna della signora Clinton e l’allora membro del team di transizione di Obama, John Podesta, ed il direttore esecutivo di quella banca, attuale rappresentante commerciale degli USA, Michael Froman, rivelati da Wikileaks.
Ma gli stessi media che ora si sono lanciati nell’isteria anti-russa fecero finta di non vedere tali rilevazioni.
Un pequeño detalle sobre las acusaciones a Rusia de influir en la elección de Trump
Por Iroel Sánchez
“Tenemos que hacer algo y lo vamos a hacer” dijo el Presidente de los Estados Unidos Barack Obama en una entrevista a la National Public Radio (NPR) con respecto a la acusación de agencias de inteligencia norteamericanas señalando al gobierno ruso tras las filtraciones de correos electrónicos de personal de la campaña de la candidata del Partido Demócrata Hillary Clinton, hecho al que atribuyen la victoria de Donald Trump en las pasadas elecciones norteamericanas del 8 de noviembre.
Antes, el portavoz de la Casa Blanca, Eric Schultz, afirmó que existe evidencia “contundente” de tal cosa e importantes medios de comunicación como The Washington Post y The New York Times atribuyeron a agencias como la NSA, la CIA y el FBI la conclusión de que fue el gobierno ruso quien pasó esos documentos a Wikileaks para que los filtrara en vísperas de las elecciones norteamericanas con el fin de afectar su resultado.
El Señor Trump calificó tales acusaciones de “ridículas” y fuentes de su equipo declararon que quienes han desatado tales acusaciones “es la misma gente que dijo que Sadam Hussein tenía armas de destrucción masiva”.
Hasta ahora no ha aflorado ninguna prueba definitiva al respecto, las autoridades rusas al más alto nivel han negado las acusaciones y varios expertos han rechazado esa posibilidad.
Por otra parte, llama la atención que tales acusaciones hayan salido a la luz cuando Rusia ha tenido un resonante éxito en Siria con la victoria militar contra el Estado Islámico en Alepo que es también una derrota para la política de Obama y de su ex Secretaria de Estado Hillary Clinton en Oriente Medio.
También, poco después de que se haya conocido la designación por Trump del empresario petrolero Rex Tillerson, cercano al Presidente rus Vladimir Putin, como Secretario de Estado de su gabinete y mientras se acerca la definitoria votación del polémico Colegio electoral norteamericano cuyos compromisarios deben designar a Trump como Presidente a pesar de haber perdido el voto popular por más de dos millones de sufragios, poniendo en primer plano las contradicciones de un sistema electoral cada vez más cuestionado que ahora las élites del Partido Demócrata tratan de aprovechar.
Ya el ex embajador británico en Uzbekistán, Craig Murray, dijo que él había trasladado la información a Wikileaks donde es colaborador y que se la entregó una persona en un parque de Washington y le extrañaba que las autoridades de EEUU no lo conocieran.
Pero si fuera el gobierno ruso el autor de las filtraciones, sería la primera vez que Washington prueba de su misma receta. Porque se pierde el conteo en la historia de las veces que informaciones gestadas en Washington han influido en resultados electorales en muchos lugares del planeta, y algo más que informaciones: magnicidios, sabotajes económicos, acciones militares, golpes de estado, conspiraciones encubiertas, como probaron hace pocos años los cables secretos del State Department también filtrados por Wikileaks.
Pero a diferencia de lo que generalmente se ha difundido desde Washington con fines de influir en otros países, en este caso hay un pequeñísimo detalle: las informaciones contenidas en los correos electrónicos filtrados SON VERDAD!!!!
Y al interior de los Estados Unidos, los ciudadanos norteamericanos deberían agradecer a quien quiera que sea que haya filtrado los correos. Porque gracias a esa documentación pudieran haber conocido que fue el Citibank y no su voto el que determinó el gobierno que han tenido en los últimos ocho años, como demuestran los mensajes intercambiados entre el jefe de campaña de la Señora Clinton y entonces miembro del equipo de transición de Obama John Podesta y el ejecutivo de ese banco, actual Representante comercial de EEUU, Michel Froman, revelados por Wikileaks.
Pero los mismos medios de comunicación que se han lanzado ahora con la histeria antirrusa hicieron de la vista gorda con tales revelaciones.