La cattura del banchiere Fortunato Benacerraf Saias, annunciata questo lunedì, direttore dell’istituto finanziario 100% Banco, a causa del suo rapporto con altri due imprenditori sotto inchiesta per una cospirazione contro il Consiglio Nazionale Elettorale (CNE) per sabotare l’elezione dell’Assemblea Nazionale Costituente, ha confermato che, in Venezuela, la ribellione è dei ricchi.
Benacerraf, capo visibile di una famiglia di tre generazioni di banchieri e d’origine ebraica-sefardita, si unisce ad una crescente lista di imprenditori, di vari settori, che si sono sommati, attivamente e direttamente, alle azioni cospirative per scalzare Nicolás Maduro, eletto nel 2013, ed il cui mandato di sei anni scade nei primi mesi del 2019.
Sebbene la borghesia venezuelana ed i suoi operatori politici, associati in una complessa coalizione di partiti chiamato Tavola di Unità Democratica (MUD), abbiano sempre cercato di ridurre la visibilità dei propri rappresentanti, in questi ultimi tre mesi di proteste violente non hanno potuto occultare il ruolo finanziario ed operativo dei padroni della ricchezza.
Il banchiere, del cui arresto si informa oggi, è legato ad Arístides Moreno e Roberto Picón, accusati di programmare un attacco cibernetico alle reti dell’organismo elettorale al fine di impedire l’elezione dei membri dell’Assemblea Nazionale Costituente, prevista per il 30 di questo mese.
Moreno è il direttore esecutivo e fondatore di un conglomerato di servizi finanziari, Inversur, e presidente di una società di distribuzione domiciliare di gas domestico a Caracas, Domegas. Fa parte, anche, della dirigenza di un’altra società di commercializzazione di prodotti d’igiene e di servizi di fumigazione, Fuller del Venezuela.
Mentre Picon è direttore e socio della società dell’area TIC, Consulenti ed Ingegneri (CONSEIN), con attività in Venezuela e Panama, e principale alleata commerciale di Microsoft.
Nell’ultima società il principale azionista è Isaac Saías Eseyeg, parente di Fortunato Benacerraf e dirigente del 100% Banca.
È interessante notare che Moreno e Picon furono presentati come consulenti della MUD e mai s’informò del loro ruolo di imprenditori in un chiaro obiettivo di ridurre l’impatto pubblico di tale dato.
Una delle azioni più importanti dei gruppi economici durante la fase più violenta dello scontro è stato l’apporto di risorse per finanziare tali attività. Per questo hanno organizzato programmi di reclutamento di donatori attraverso siti Internet specializzati e social network.
Un’analisi delle tre principali iniziative, che in solo 10 giorni è riuscita a raccogliere circa 100 mila dollari per acquistare caschi, scudi artigianali e forniture mediche per i manifestanti, rivela la partecipazione di giovani eredi di famiglie molto ricche e residenti in città degli USA come New York e Miami.
Sono i casi di Héctor Castro Gaspard, residente a Miami, e Aurora Kearney Troconis e Nelly Guinand, stabiliti a New York.
Si evidenzia anche la storia di una banda che ha attaccato, con mortai tipo bazooka, le installazioni della base aerea La Carlota. Si tratta dei fratelli Ricardo e José Gabriel Adib Yatim, proprietari di società come una fabbrica di mobili. Agirono con la collaborazione di Andrés Sena Pereira, rappresentante di una società importatrice di prodotti alimentari che ha ricevuto, solo nel 2014, oltre 10 milioni di dollari al tasso ufficiale o preferenziale.
E’ anche opportuno menzionare che uno degli uomini che ha agito nel linciaggio del giovane Orlando Figuera, il 20 maggio ad Altamira, è Enzo Franchini Oliveros, 32 anni, socio e amministratore di una società di costruzioni che fu appaltatrice del gigante brasiliano Odebrecht .
Altre storie che coinvolgono membri della borghesia, in questo caso agraria, sono di un impresario di Barinas che prestò un escavatore per sostenere saccheggi e la distruzione di edifici pubblici nella città di Socopó (stato di Barinas).
Mentre nello stato di Merida è stata documentata l’azione di un allevatore che ha finanziato con prodotti alimentari, bevande alcoliche ed armi coloro che esercitavano la violenza nel comune Obispo Ramos di Lora.
Tale elenco di eventi conferma che la presunta ribellione in Venezuela è realmente diretta ed eseguita da un parte d’imprenditori, che hanno visto minacciati i propri interessi dalle politiche d’inclusione e distribuzione dei proventi petroliferi sviluppata dal Comandante Hugo Chávez e proseguite dall’attuale capo di Stato, Nicolás Maduro.
(da MisiónVerdad)
Venezuela: la rebelión de los ricos
La captura del banquero Fortunato Benacerraf Saías, anunciada este lunes, directivo de la entidad financiera 100% Banco, por su relación con otros dos empresarios investigados por una conspiración contra el Consejo Nacional Electoral (CNE) para sabotear la elección de la Asamblea Nacional Constituyente, ha confirmado que en Venezuela la rebelión es de los ricos.
Benacerraf, líder visible de una familia de tres generaciones de banqueros y de origen judío-sefardí, se une a una creciente lista de empresarios de diversos sectores que se ha sumado activamente y en forma directa a las acciones conspirativas para desalojar del poder a Nicolás Maduro, electo en 2013 y cuyo período de seis años vence a principios de 2019.
Si bien la burguesía venezolana y sus operadores políticos, asociados en una compleja coalición de partidos denominada Mesa de Unidad Democrática (MUD), han siempre intentado reducir la visibilidad de sus representantes, en estos últimos tres meses de violentas protestas no han podido ocultar el rol financiero y operativo de los dueños de la riqueza.
El banquero, cuya detención se informa hoy, está relacionado con Arístides Moreno y Roberto Picón, acusados de programar un ataque cibernético a las redes del organismo electoral con el fin de impedir las elección de los integrantes de la Asamblea Nacional Constituyente, prevista para el 30 de este mes.
Moreno es el director ejecutivo y fundador de un conglomerado de servicios financieros, Inversur, y presidente de una compañía de distribución domiciliaria de gas doméstico en Caracas, Domegas. También integra la directiva de otra firma de comercialización de productos de aseo y de servicios de fumigación, Fuller de Venezuela.
Mientras que Picón es directivo y socio de la empresa del área de TI, Consultores e Ingenieros (Consein), con operaciones en Venezuela y Panamá, y principal aliada comercial de Microsoft.
En esa última firma el principal accionista es Isaac Saías Eseyeg, familiar del Fortunato Benacerraf y directivo del 100% Banco.
Llama la atención que Moreno y Picón siempre fueron presentados como asesores de la MUD y nunca se informó su rol como empresarios en un aparente objetivo de reducir el impacto público de ese dato.
Una de las actuaciones más destacadas de los grupos económicos durante la etapa más violenta de la confrontación, ha sido el aporte de recursos para financiar ese tipo de actividades. Para ello han organizado programas de captación de donantes a través de páginas de Internet especializadas y redes sociales.
Un análisis a las tres mayores iniciativas, que en sólo 10 días lograron recaudar cerca de 100 mil dólares para compra de cascos, escudos artesanales e insumos médicos para los manifestantes, revela la participación de jóvenes herederos de familias muy adineradas y residenciadas en ciudades de EEUU como Nueva York y Miami.
Son los casos de Héctor Castro Gaspard, residente de Miami, y de Aurora Kearney Troconis y Nelly Guinand, establecidas en Nueva York.
También destaca la historia de una banda que atacó con morteros tipo bazucas las instalaciones de la base áerea La Carlota. Se trata de los hermanos Ricardo y José Gabriel Adib Yatim, propietarios de empresas como una fábrica de muebles. Ellos actuaron con la colaboración de Andrés Sena Pereira, representante de una importadora de alimentos que recibió sólo en 2014 más de 10 millones de dólares a tasa oficial o preferencial.
Asimismo hay que mencionar que uno de los hombres que actuó en el linchamiento del joven Orlando Figuera, el 20 de mayo en Altamira, es Enzo Franchini Oliveros, de 32 años, socio y administrador de una compañía de construcción que fue contratista del gigante brasileño Odebrecht.
Otras historias con la participación de integrantes de la burguesía, en este caso agraria, son la de un hacendado de Barinas que prestó una retroexcavadora para apoyar saqueos y destrucción de edificaciones públicas en la ciudad de Socopó (estado Barinas).
Mientras que en el estado Mérida quedó documentada la actuación de un ganadero que financió con comida, bebidas alcohólicas y armas a quienes ejercían la violencia en el municipio Obispo Ramos de Lora.
Esta relación de eventos ratifica que la supuesta rebelión en Venezuela es realmente dirigida y ejecutada por una parte del empresariado, que han visto amenazados sus intereses ante las políticas de inclusión y distribución de la renta petrolera desarrolladas por el Comandante Hugo Chávez y continuadas por el actual jefe de Estado, Nicolás Maduro.
(Tomado de MisiónVerdad)
