Ángel Guerra Cabrera https://lapupilainsomne.wordpress.com
Quest’anno è stato prodigo di disastri naturali. Solo dal 17 agosto ad oggi gli Stati dei Caraibi e gli USA hanno sofferto l’impatto degli uragani Harvey, Irma, José e Katia. Il 7 settembre, il Messico ha sentito le devastazioni di uno dei più grandi terremoti della sua storia e quasi contemporaneamente del ciclone Katia. Il primo ha devastato Juchitán e tutto l’istmo di Tehuantepec a Oaxaca, oltre a colpire numerosi comuni del Chiapas ed il secondo ha flagellato le zone di Veracruz e Tamaulipas. Ci sono più di 90 morti per entrambi i fenomeni.
La questione degli uragani e quanto stia influendo il cambiamento climatico nella sua periodicità, l’aumento di categoria e, quindi, nel suo potere distruttivo e capacità di minacciare la vita ed i beni, è una questione della massima importanza per i popoli ed i governi dell’area dei Caraibi e del Golfo del Messico, compresi gli USA. Ci sono schiaccianti prove scientifiche sull’incidenza del cambiamento climatico sulla generazione di eventi meteorologici estremi. Nei giorni del passaggio di Harvey attraverso gli USA, alcuni ben noti ricercatori lo hanno affermato categoricamente.
E’ il caso di James Hansen, ex responsabile del cambiamento climatico alla NASA e con funzioni analoghe alla Columbia University, che ha dichiarato al portale Democracy Now: “Come conseguenza dei cambiamenti nella composizione dell’atmosfera, causati principalmente dalla combustione di combustibili fossili, il pianeta si sta riscaldando ed il livello del mare ha cominciato ad aumentare poiché l’oceano si sta riscaldando ed il ghiaccio si sta sciogliendo. Il volume del vapore acqueo nell’atmosfera sta aumentando poiché l’atmosfera si sta riscaldando e, pertanto, la quantità di acqua che cade durante queste tormente è maggiore a causa del riscaldamento globale causato dall’uomo. Le tormente elettriche, i tornado e le tormente tropicali ottengono la loro energia dall’energia latente nel vapore acqueo. Queste tormente sono in gran parte il risultato degli effetti causati dall’essere umano”.
Da parte sua, il sito web Carbon Breef pubblica un’eloquente mappa che riflette lo studio dell’influenza del cambio climatico su 144 eventi meteorologici estremi analizzati in 138 rivisti articoli scientifici https://www.carbonbrief.org/mapeo-como-el- cambiamento climatico colpisce-eventi-meteo-end-around World-.
E, senza dubbio, il capitalismo è la causa principale del cambiamento climatico. Finché persiste l’irrazionale e suicida attuale modello di produzione e consumo, non sarà possibile sradicare l’origine di ciò che John Saxe-Fernandez chiama collasso climatico. Tuttavia, sono fiducioso che non dovremo aspettare il rovesciamento del capitalismo per progredire nella lotta contro lo sconquasso del clima. Si può ottenere molto coll’educazione delle persone su questo gravissimo pericolo e nell’organizzare lotte popolari che forzino gli stati capitalisti ad adottare misure che riducano le cause e gli effetti del fenomeno. Il fatto che Trump rappresenti una corrente che nega il cambiamento climatico nel paese capitalista storicamente più inquinante e dissipatore, rafforza la necessità che la sinistra ed i governi rivoluzionari e progressisti pongano in testa alla loro agenda la lotta contro questo flagello.
Per ora, è urgente la solidarietà con i paesi colpiti dagli uragani di questa stagione, soprattutto con i poveri o bloccati dagli USA e anche con gli svantaggiati in qualsiasi paese. È stato perverso il quasi totale silenzio mediatico sul devastante passaggio di Irma per Cuba, la nazione più devastata, o colpita, da un’estremità all’altra del suo territorio, da questo evento. In contrasto al fatto che l’isola, insieme al Venezuela, ha avviato azioni di solidarietà con gli stati caraibici più colpiti, come Antigua e Barbuda.
Cuba ha dimostrato di fronte a Irma la coscienza politica, disciplina, organizzazione e la previsione che la rendono unica. Se si osserva il corso di questo uragano lì, si comprende che solo per questi fattori, l’esperienza di protezione civile accumulata in maniera massiccia dai cubani e le misure straordinarie di protezione adottate, è stato possibile evitare ulteriori perdite umane e di attenuare quella di beni materiali.
Dopo il passaggio di Irma attraverso l’isola, immediatamente uno moltitudine umana, animata e supervisionata da Raúl, cominciava, acceleratamente, i lavori di recupero che, in alcuni casi, richiederanno molto tempo.
Huracanes, cambio climático y devastación
Por Ángel Guerra Cabrera
Este año ha sido pródigo en desastres naturales. Solo del 17 de agosto hasta hoy, los Estados del Caribe y Estados Unidos han sufrido el embate de los huracanes Harvey, Irma, José y Katia. El 7 de septiembre, México sentía los estragos de uno de los mayores terremotos de su historia y casi simultáneamente del ciclón Katia. El primero devastó Juchitán y todo el istmo de Tehuantepec en Oaxaca, además de golpear numerosos municipios de Chiapas, y el segundo azotó zonas de Veracruz y Tamaulipas. Suman más de 90 los fallecidos por ambos fenómenos.
La cuestión de los huracanes y cuánto está influyendo el cambio climático en su periodicidad, aumento de categoría y, por consiguiente, en su poder destructor y capacidad de amenazar la vida y bienes, es un tema de la mayor importancia para los pueblos y gobiernos del área del Caribe y el Golfo de México, incluyendo a Estados Unidos. Existe una abrumadora evidencia científica sobre la incidencia del cambio climático en la generación de fenómenos meteorológicos extremos. En los días del paso de Harvey por Estados Unidos varios reconocidos investigadores lo afirmaron categóricamente.
Es el caso de James Hansen, ex responsable de cambio climático en la NASA y con funciones semejantes en la Universidad de Columbia, quien declaró al portal Democracy Now: ”Como consecuencia de los cambios en la composición de la atmósfera, provocados fundamentalmente por la quema de combustibles fósiles, el planeta se está calentando y el nivel del mar ha comenzado a aumentar debido a que el océano se está calentando y el hielo se está derritiendo. El volumen de vapor de agua en la atmósfera está aumentando debido a que la atmósfera se está calentando y, por consiguiente, la cantidad de agua que cae durante estas tormentas es mayor debido al calentamiento global provocado por el ser humano. Las tormentas eléctricas, los tornados y las tormentas tropicales obtienen su energía de la energía que está latente en el vapor de agua. Estas tormentas son en gran medida el resultado de los efectos provocados por el ser humano”.
Por su parte, el sitio web Carbon Breef publica un elocuente mapa que refleja el estudio de la influencia del cambio climático en 144 eventos meteorológicos extremos analizados en 138 artículos científicos arbitrados https://www.carbonbrief.org/mapeo-como-el-cambio-climatico-afecta-eventos-meteorologicos-extremos-alrededor-del-mundo.
Y qué duda cabe, el capitalismo es la causa fundamental del cambio climático. Mientras persista el irracional y suicida modelo actual de producción y consumo no será posible erradicar el origen de lo que John Saxe-Fernández denomina colapso climático. No obstante, confío en que no haya que esperar al derrocamiento del capitalismo para avanzar en la lucha contra el desbarajuste del clima. Se puede lograr mucho en la educación de las personas sobre este gravísimo peligro y en organizar luchas populares que fuercen a los Estados capitalistas a adoptar medidas que reduzcan las causas y efectos del fenómeno. El hecho de que Trump represente una corriente negadora del cambio climático en el país capitalista históricamente más contaminante y derrochador, refuerza la necesidad de que la izquierda y los gobiernos revolucionarios y progresistas coloquen a la cabeza de sus agendas la lucha contra ese flagelo.
Por lo pronto, es urgente la solidaridad con los países afectados por los huracanes de esta temporada, sobre todo con los pobres o bloqueados por Estados Unidos y también con los desfavorecidos en cualquier país. Ha sido perverso el casi total silencio mediático sobre el demoledor paso de Irma por Cuba, la nación más devastada, o afectada, de una punta a otra de su territorio, por este organismo. Contrastante con que la isla, unida a Venezuela, ha iniciado acciones solidarias con los Estados más afectados del Caribe, como Antigua y Barbuda.
Cuba demostró frente a Irma la conciencia política, disciplina, organización y previsión que la singularizan. Si se observa el curso de este huracán allí, se comprende que únicamente por esos factores, la experiencia de defensa civil acumulada masivamente por los cubanos y las medidas extraordinarias de protección adoptadas, es que fue posible evitar una pérdida mayor de vidas humanas y atenuar la de bienes materiales.
Concluido el paso de Irma por la isla, de inmediato un enjambre humano, animado y supervisado por Raúl, emprendía aceleradamente las labores de recuperación, que en algunos casos, tomarán mucho tiempo.
