Patricio Montesinos http://www.cubadebate.cu
Panfilo, il personaggio umoristico più famoso di Cuba, ha detto scherzosamente in uno dei suoi programmi “Vivir del Cuento”, che quando il 17 dicembre 2014 si annunciò l’inizio del processo di ripristino delle relazioni tra USA e la nazione caraibica, San Lazaro “lasciò le sue stampelle” di fronte a quella sorprendente notizia che ha scosso il mondo intero.
La maggior parte dei seguaci del secondo santo più venerato nella maggiore delle Antille, dopo la Vergine de la Caridad del Cobre, convennero, allora, che l’inizio di una nuova tappa tra Washington e L’Avana era stato un miracolo di San Lazaro, Babalú Ayé per i credenti della Santería, la religione più praticata sull’isola.
Scherzando, Panfilo, interpretato dall’attore Luis Daniel Silva, ha detto che persino Babalu Aye “aveva lasciato cadere le sue stampelle” stupito anche dalla primizia comunicata data, all’unisono, dall’ ex presidente USA Barack Obama e dal presidente cubano Raul Castro.
Per coincidenza, l’annuncio dell’inizio di un eventuale fine dello scontro diretto tra USA ed il decano arcipelago caraibico è stato fatto il 17 dicembre, il giorno di San Lazzaro, e nel quale migliaia di pellegrini accorrono, ogni anno, al Santuario Nazionale, situato nella cittadina avanera del Rincon e gli offrono grandi sacrifici.
Naturalmente c’erano ragioni per essere sorpresi, credere nei miracoli e anche scherzare, perché pochi sapevano delle trattative, molto riservate, tra le autorità dei due paesi vicini, e tanto meno potevano immaginarsi un mutuo riavvicinamento, dopo più di cinque decenni di aggressioni, di tutti i tipi, di Washington contro Cuba.
Tuttavia, il passo compiuto da Obama, che ha portato alla sua visita all’Avana, nel marzo 2016, ed al ripristino dei legami diplomatici, dialoghi e accordi bilaterali in diversi ambiti, non si è concluso con l’eliminazione del blocco economico, commerciale e finanziario che successive amministrazioni USA hanno imposto, fino ad oggi, alla nazione antillana.
I cubani, per lo più scettici di fronte alle condotte degli inquilini della Casa Bianca, non hanno dubitato che l’amministrazione del primo presidente nero degli USA avesse, benché con metodi diversi, lo stesso scopo dei suoi predecessori: distruggere la Rivoluzione sull’Isola.
Tuttavia, hanno mantenuto la loro disponibilità al dialogo da pari a pari, alla ricerca di una pacifica convivenza con il loro vicino settentrionale, mentre Obama ritardava nel porre fine o indebolire il blocco, anche se avrebbe potuto farlo prima del termine del suo mandato.
Dopo l’arrivo alla Casa Bianca del miliardario ed aggressivo Donald Trump, i cubani iniziarono a commentare, metà scherzosamente e metà seriamente, che San Lazaro avrebbe dovuto riprendere le sue stampelle.
E la vita ha dato loro ragione dopo che Trump ha ripreso l’aggressività della maggior parte dei suoi predecessori verso Cuba, che certamente non sono riusciti a detronizzare la Rivoluzione nell’isola caraibica, come neppure potrà farlo l’attuale imperatore USA, né i futuri.
La storia ha dimostrato che con gli USA non esistono i miracoli, anche se sì le battute, quelle che Pánfilo, sicuramente, includerà nel programma “Vivir del Cuento”.
San Lázaro, Cuba y Estados Unidos
Por: Patricio Montesinos
Pánfilo, el personaje humorístico más famoso en Cuba, expresó jocosamente en uno de sus programas “Vivir del Cuento” que cuando el 17 de diciembre de 2014 se anunció el comienzo del proceso de restablecimiento de las relaciones entre Estados Unidos y la nación caribeña, San Lázaro “soltó sus muletas” ante esa sorpresiva noticia que estremeció al mundo entero.
La mayoría de los seguidores del segundo santo más venerado en la mayor de las Antillas, después de la Virgen de la Caridad del Cobre, coincidieron entonces en que el inicio de una nueva etapa entre Washington y La Habana había sido un milagro de San Lázaro, Babalú Ayé para los creyentes de la Santería, la religión más practicada en la Isla.
En tono de broma, Pánfilo, interpretado por el actor Luis Daniel Silva, dijo que hasta Babalú Ayé “había dejado caer sus muletas” asombrado también por la primicia dada a conocer al unísono por el exmanadatario norteamericano Barack Obama y el presidente cubano, Raúl Castro.
Por coincidencia, el anuncio del inicio de un eventual fin de la confrontación directa entre Estados Unidos y el decano archipiélago del Caribe fue hecho un 17 de diciembre, día de San Lázaro, y en el que miles de feligreses acuden cada año a su Santuario Nacional, ubicado en el poblado habanero del Rincón y le ofrecen grandes sacrificios.
Claro que motivos había para sorprenderse, creer en milagros e incluso bromear porque pocos conocían de negociaciones sumamente reservadas entre las autoridades de los dos países vecinos, y menos podían imaginarse un acercamiento mutuo luego de más cinco décadas de agresiones de todo tipo de Washington contra Cuba.
Sin embargo, el paso dado por Obama, que condujo a una visita suya a La Habana en marzo de 2016 y al restablecimiento de los nexos diplomáticos, diálogos y acuerdos bilaterales en diferentes esferas, no terminó con el levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero que sucesivas administraciones norteamericanas le han impuesto hasta hoy a la nación antillana.
Los cubanos, en su mayoría escépticos ante las conductas de los inquilinos de la Casa Blanca, no dudaron de que la administración del primer presidente negro de Estados Unidos tenía, aunque con diferentes métodos, el mismo propósito de sus predecesoras: destruir la Revolución en la Isla.
No obstante, mantuvieron su disposición a un dialogo de igual a igual en busca de la convivencia pacífica con su vecino del Norte, mientras Obama retardaba acabar o debilitar el bloqueo, pese a que pudo hacerlo antes de terminar su mandato.
Tras la llegada a la Casa Blanca del multimillonario y agresivo Donald Trump, los cubanos comenzaron a comentar medio en broma, medio en serio, que San Lázaro tendría que volver a tomar sus muletas.
Y la vida les ha dado la razón después que Trump retomó a la agresividad de la mayoría de sus antecesores hacia Cuba, quienes por cierto no lograron destronar la Revolución en la isla caribeña, como tampoco podrá hacerlo el actual emperador norteamericano, ni los futuros.
La historia ha demostrado que con Estados Unidos no existen los milagros, aunque sí las bromas, las que Pánfilo de seguro incluirá en el programa “Vivir del Cuento”.