Che «venezuelani e cubani» abbiano partecipato alle manifestazioni in Cile, sono grandi menzogne di un media della stampa che avrebbe potuto dedicare quello spazio per analizzare il motivo per cui oltre un milione di cileni esigono la fine del modello neoliberale imperante nel paese
Elson Concepción Pérez www.granma.cu
Non è la prima volta e sono sicuro che non sarà l’ultima che Cuba è accusata di trasformare medici in militari e di averli in Venezuela, e, come ora, che “venezuelani e cubani” abbiano partecipato alle manifestazioni in Cile. Sono grandi menzogne di un media della stampa che avrebbe potuto dedicare quello spazio per analizzare il 
motivo per cui oltre un milione di cileni esigono la fine del modello neoliberale imperante nel paese. Avrebbe anche potuto dedicare spazio nel riflettere su come i carabinieri prendessero a calci giovani, donne e bambini o li ferissero con pallottole e proiettili di gomma o mediante gas lacrimogeni. Questa volta fu il quotidiano La Tercera, della capitale cilena, a pubblicare, a pagina completa, due articoli che collegavano le proteste sociali in Cile, con presunti “venezuelani e cubani”.
Apparso nell’edizione di lunedì 28 ottobre, si riferiva a fonti dell’intelligence cilena che avevano rilevato la summenzionata partecipazione di venezuelani e cubani alle manifestazioni.
Comprovata la menzogna e la superficialità del quotidiano La Tercera, il media ha scritto che “dalla scorsa settimana, nel governo ed in organismi della polizia circolava l’informazione sulla partecipazione di stranieri agli eccessi, ciò che è stato trasmesso off the record in diversi incontri da autorità della polizia e governative».
Il procuratore preferenziale della zona orientale della Regione Metropolitana, Omar Mérida, ha smentito le informazioni fornite da La Tercera, indicando, in un’intervista con Tele13 Radio, che “non ha alcun antecedente riguardo a identità specifiche né nazionalità specifiche”. Il suddetto giornale si è scusato con i lettori per le informazioni pubblicate, ovviamente quando già la matrice della menzogna era seminata. In tal senso, ha escluso che cittadini dei paesi governati dalla sinistra siano sospettati di demolire le stazioni della metropolitana in Cile nelle più recenti manifestazioni.
E mentre una stampa che mostra la sua “veridicità” ed “etica” continua a seminare bugie, nello stesso Cile, il governo fa poco o niente per restituire alla nazione la tranquillità civica.
Giorni prima, il quotidiano Nuevo Herald aveva pubblicato che il Segretario Generale dell’Organizzazione degli Stati Americani, Luis Almagro, aveva denunciato uno “schema” di destabilizzazione proveniente da Venezuela e Cuba, orientato prima verso la Colombia e l’Ecuador, e poi verso il Cile, attribuendo a quei paesi una responsabilità nelle massicce mobilitazioni antigovernative nella regione.
Cosa dice il quotidiano La Tercera al riguardo? Non cerchino i colpevoli fuori, che li hanno proprio lì, nel sistema imperante e nelle leggi del tempo della dittatura di Pinochet che non sono state abolite.
¿Quién es el verdadero culpable de lo que ocurre en Chile?
Que «venezolanos y cubanos» han participado en las manifestaciones en Chile, son mentiras grandes de un medio de prensa que pudo haber dedicado ese espacio para analizar el por qué más de un millón de chilenos exigen el fin del modelo neoliberal imperante en el país
Autor: Elson Concepción Pérez
No es la primera vez y estoy seguro que no será la última, que a Cuba la acusan lo mismo de transformar a médicos en militares y tenerlos en Venezuela, que, como ahora, que «venezolanos y cubanos» han participado en las manifestaciones en Chile. Son mentiras grandes de un medio de prensa que pudo haber dedicado ese espacio para analizar el por qué más de un millón de chilenos exigen el fin del modelo neoliberal imperante en el país. También pudo dedicar espacio en reflejar cómo los carabineros patean a jóvenes, mujeres y a niños, o los hieren con perdigones y balas de goma o mediante los gases lacrimógenos. Esta vez fue el periódico La Tercera, de la capital chilena, el que publicó a página completa dos artículos que vinculan las protestas sociales en Chile, con supuestos «venezolanos y cubanos».
Aparecido en la edición del lunes 28 de octubre, se refería a fuentes de inteligencia chilena que habían detectado la citada participación de venezolanos y cubanos en las manifestaciones.
Comprobada la mentira y la superficialidad del diario La Tercera, el medio escribió que «desde la semana pasada, en el gobierno y en organismos policiales circulaba la información sobre la participación de extranjeros en desmanes, lo que fue transmitido en off the record en distintas reuniones por autoridades policiales y de gobierno».
El fiscal preferente de la zona oriente de la Región Metropolitana, Omar Mérida, desmintió la información entregada por La Tercera indicando, en una entrevista con Tele13 Radio, que «no tiene antecedentes respecto de identidades específicas ni nacionalidades específicas». El citado diario se disculpó con los lectores por la información publicada, por supuesto cuando ya la matriz de la mentira estaba sembrada. En ese sentido, descartó que ciudadanos de países gobernados por la izquierda sean los sospechosos de siniestrar las estaciones de Metro en Chile en las más recientes manifestaciones.
Y mientras una prensa que hace gala de su «veracidad» y «ética» sigue sembrando mentiras, en el propio Chile el Gobierno hace poco o nada por devolver a la nación la tranquilidad ciudadana.
Días antes, el diario Nuevo Herald publicó que el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, había denunciado un «patrón» de desestabilización proveniente de Venezuela y de Cuba, orientado primero a Colombia y Ecuador, y después a Chile, atribuyéndole a esos países una responsabilidad en las masivas movilizaciones antigubernamentales en la región.
¿Qué dice el diario La Tercera al respecto? No busquen los culpables fuera, que los tienen allí mismo, en el sistema imperante y las leyes de la época de la dictadura de Pinochet que no han sido abolidas.
