ed ebbe Fidel Castro nel mirino
Durante la Guerra Fredda i servizi segreti USA svilupparono un terrificante programma segreto per cercare di bloccare la coscienza di un individuo e rimpiazzarla con una personalità completamente nuova.
Il programma si chiamò MK-ULTRA e fu diretto, dai primi anni ’50 fino ai primi anni ’60, dal chimico e psichiatra di New York nato sotto il nome di Joseph Scheider, ma che tutti conobbero come Sidney Gottlieb.
Il lavoro di Gottlieb per la Central Intelligence Agency (CIA) consisteva nel tormentare e torturare migliaia di persone che finirono per essere (mentalmente) disturbate dopo avergli somministrato sostanze per controllare le loro emozioni.
L’ossessione del tempo era sviluppare un farmaco per controllare la mente di migliaia di individui e così assicurare il dominio del pianeta.
Una delle sostanze più utilizzate negli esperimenti sull’uomo di Gottlieb fu l’LSD. Somministrando la droga a persone classificate come “usa e getta”, che potevano essere agenti problematici o prigionieri lo scienziato desiderava verificare quale fosse la dose massima di l’LSD che un organismo poteva sopportare.
Volevo anche verificare se a tale soglia esisteva un punto in cui fosse possibile cancellare i ricordi di un individuo e restituirgli nuove esperienze che servissero agli interessi USA.
Nazisti nella CIA
Il progetto MK-ULTRA non era altro che la continuazione del lavoro che i nazisti iniziarono nei campi di concentramento durante la II Guerra Mondiale.
Uno degli esempi fu la continuazione degli esperimenti di somministrazione di mescalina agli ebrei nel campo di concentramento di Dachau, sebbene lo stesso Gottlieb fosse nato in una famiglia di ebrei ortodossi provenienti dall’Ungheria.
Un’altra area di ricerca supportata dai nazisti fu rappresentata dagli effetti dell’uso del gas sarin nei conflitti militari. I medici nazisti si recarono a Fort Detrick, nel Maryland, per spiegare agli agenti della CIA il processo di morte delle persone attaccate con gas sarin.
Poiché il programma era ultra segreto, non c’è modo di sapere quale fosse il reale costo umano degli esperimenti. Gli studi si realizzarono in carceri dentro il territorio USA ed in centri di detenzione USA in Giappone, Germania e Filippine.
La droga accademica
U’altra nefasta impronta di Gottlieb fu l’introduzione dell’LSD nella società USA ordinando un esborso di 240000 $ per acquistare la produzione mondiale della droga negli anni ’50.
Quindi distribuì l’allucinogeno in ospedali, cliniche e prigioni per condurre ricerche, sponsorizzate da una fondazione fittizia, per conoscere le reazioni dei pazienti all’LSD.
Ciò che non ci si aspettava è che alcuni volontari che parteciparono agli studi avessero trovato l’esperienza piacevole ed invitassero i loro amici a provare la droga.
Uno di questi partecipanti fu lo scrittore Ken Kesey, famoso per il suo libro ‘Qualcuno volò sul nido del cuculo’, che fu ispirato dalle sue esperienze durante i saggi clinici presso il Menlo Park Veterans Hospital e che furonoi finanziati dalla CIA. Diciotto anni dopo la morte di Kesey, per problemi epatici, si seppe che l’ordine proveniva da Gottlieb.
L’ossessione per Fidel Castro
L’obiettivo finale della CIA era indebolire il potere dell’Unione Sovietica. E per raggiungerlo una delle mete era quello di ottenere il rovesciamento del presidente cubano Fidel Castro mediante un piano creato da Gottlieb, nel 1960, durante il governo di Dwight Eisenhower.
Le strategie iniziali non si concentrarono sull’eliminazione fisica del dirigente rivoluzionario, ma nel realizzare azioni che colpissero pian piano la fiducia del popolo cubano.
Al chimico venne in mente che avrebbero potuto spruzzare di LSD uno studio televisivo dove avrebbe parlato alla comunità cubana per ridicolizzare Fidel o contaminare le sue scarpe con il tallio, che è un potente insetticida, affinché rimanesse senza barba e completamente calvo.
Quando decisero che l’opzione migliore era l’eliminazione fisica del governante cubano, Gottlieb propose di impregnare di veleno uno dei famosi sigari, mettergli un fazzoletto avvelenato nella suo abito o introdurre un esplosivo in una conchiglia o chiocciola che sarebbe esplosa proprio quando Fidel si fosse lanciato in mare per nuotare.
Gottlieb concluse la sua carriera frustrato per non essere riuscito a controllare la mente umana e tanto meno uccidere Castro.
Si ritirò dalla CIA nel 1972. Nessuno sa cosa lo spinse a trascorrere 18 mesi lavorando in un lebbrosario in India. Alcuni sostengono che gli si appannò il senno dopo aver trascorso così tanto tempo esposto a sostanze tossiche. Altri credono che stesse cercando di redimere le sue cattive azioni del passato.
Gottlieb morì nel 1999 senza rendere conto delle sue azioni come uno dei maggiori torturatori della CIA del XX secolo.
El científico de la CIA que envenenó a miles y tuvo a Fidel Castro en la mira
Durante la Guerra Fría los servicios de inteligencia de Estados Unidos desarrollaron un escalofriante programa secreto para intentar bloquear la conciencia de un individuo y reemplazarla por una personalidad completamente nueva.
El programa se llamó MK-ULTRA y fue dirigido desde comienzos de 1950 hasta los primeros años de 1960 por el químico y psiquiatra neoyorquino nacido con el nombre de Joseph Scheider, pero que todos conocieron como Sidney Gottlieb.
El trabajo de Gottlieb para la Agencia Central de Inteligencia (CIA) fue atormentar y torturar a miles de personas que terminaron perturbadas luego de suministrarles sustancias para controlar sus emociones.
La obsesión de la época era desarrollar un fármaco para controlar la mente de miles de individuos y así asegurar el dominio del planeta.
Una de las sustancias más usadas en los experimentos humanos de Gottlieb fue el LSD. Al suministrar la droga a personas clasificadas como “desechables”, que podían ser agentes problemáticos o prisioneros, el científico deseaba averiguar cuál era la dosis máxima que LSD que un organismo podía soportar.
También quería comprobar si en ese umbral existía un punto en que fuera posible borrar los recuerdos de un individuo y restituirlos por nuevas experiencias que sirvieran a los intereses estadounidenses.
Nazis en la CIA
El proyecto MK-ULTRA no fue otra cosa que la continuación del trabajo que iniciaron los nazis en los campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial.
Uno de los ejemplos fue la continuación de los experimentos de suministro de mezcalina a los judíos en el campo de concentración de Dachau, aunque el propio Gottlieb nació en una familia judía ortodoxa proveniente de Hungría.
Otra área de investigación apoyada por los nazis fue los efectos del uso del gas sarín en los conflictos bélicos. Médicos nazis viajaron al Fuerte Detrick, en Maryland, para explicar a los agentes de la CIA el proceso de muerte de las personas atacadas con gas sarín.
Como el programa era ultra secreto, no existe manera de conocer cuál fue el costo humano real de los experimentos. Los estudios se realizaron en cárceles dentro del territorio de Estados Unidos y en centros de detención estadounidense en Japón, Alemania y Filipinas.
La droga académica
Otra huella nefasta de Gottlieb fue la introducción del LSD a la sociedad estadounidense al ordenar un desembolso de 240.000 dólares para comprar la producción mundial de la droga a comienzos de la década de 1950.
Luego repartió el alucinógeno en hospitales, clínicas y prisiones para que realizaran investigaciones, patrocinadas mediante una fundación ficticia, para conocer las reacciones de los pacientes al LSD.
Lo que no se esperaba es que algunos de los voluntarios que participaron en los estudios encontraron que la experiencia era agradable e invitaban a sus amigos a probar la droga.
Uno esos participantes fue el escritor Ken Kesey, célebre por su libro Alguien voló sobre el nido del cuco, que fue inspirado en sus experiencias durante las pruebas clínicas en el hospital de veteranos de Menlo Park, y que fueron financiadas por la CIA. Dieciocho años después de la muerte de Kesey por problemas hepáticos se conoció que la orden vino de Gottlieb.
La obsesión por Fidel Castro
El objetivo final de la CIA era debilitar el poderío de la Unión Soviética. Y para lograrlo una de las metas era lograr el derrocamiento del presidente cubano Fidel Castro mediante un plan creado por Gottlieb en 1960 durante el gobierno de Dwight Eisenhower.
Las estrategias iniciales no se concentraron en la eliminación física del líder revolucionario, sino en realizar acciones que fueran golpeando la confianza del pueblo cubano.
Al químico se le ocurrió que podían rociar con LSD un estudio de televisión donde hablaría a la comunidad cubana para dejar en ridículo a Fidel o contaminar sus zapatos con talio, que es un insecticida potente, para que quedara sin barba y completamente calvo.
Cuando decidieron que la mejor opción era la eliminación física del gobernante cubano, Gottlieb propuso impregnar de veneno uno de los famosos tabacos, meterle un pañuelo envenenado en el traje o introducir un explosivo en una caracola o concha marina que estallaría justo cuando Fidel se lanzara a nadar en el mar.
Gottlieb terminó su carrera frustrado por no haber logrado controlar la mente humana y mucho menos matar a Castro.
Se retiró de la CIA en 1972. Nadie sabe lo que lo impulsó a pasar 18 meses trabajando en una colonia de leprosos en la India. Algunos dicen que se le nubló el juicio después pasar tanto tiempo expuesto a sustancias tóxicas. Otros creen que intentaba redimir sus malas acciones del pasado.
Gottlieb murió en 1999 sin rendir cuentas de sus acciones como uno de los mayores torturadores de la CIA del siglo XX.