Arthur Gonzalez https://heraldocubano.wordpress.com
Il governo USA assicura che “i diritti umani saranno al centro delle sue relazioni diplomatiche con Cuba”, così ha sottolineato il presidente Barack Obama, e tornò, pochi giorni fa, a segnalarlo, in Avana, Roberta Jacobson, segretaria per l’America Latina del Dipartimento Stato, che presiede la delegazione del suo paese ai colloqui tra le due nazioni. Tuttavia a Miami sono ospitati numerosi assassini, ladri e terroristi, senza che i loro reati costituiscano un impedimento ad ottenere rifugio negli USA, solo per il fatto di essere cubani che si oppongono alla Rivoluzione socialista.
Tale fu il caso di militari, polizia e prestanome al servizio del tiranno Fulgencio Batista Zaldívar, che governò l’isola per la 2da occasione dal 1952 fino al 31 dicembre 1958, mediante un colpo di stato contro un governo costituzionale.
Tale circostanza non ha impedito che Batista fosse pienamente sostenuto dalla Casa Bianca, nonostante i costanti assassini e torture nei confronti della popolazione civile cubana, specialmente i giovani che si opponevano ai suoi abusi.
Uno dei primi ad arrivare a Miami all’alba del il 1° gennaio 1959, fu il Generale di Brigata Francesco “Silito” Tabernilla Palmero, capo della Divisione Carri, del Campo Militare di Columbia, a L’Avana, durante la dittatura di Batista.
Nonostante i suoi crimini e quelli del padre Francisco “Pancho” Tabernilla Dolz, ex Capo di Stato Maggiore dell’Esercito, entrambi risiederono piacevolmente in territorio USA, indisturbati.
“Silito” Tabernilla 95 anni, è morto di un’affezione respiratoria martedì 20 gennaio a West Palm Beach. Non fu mai estradato a Cuba, le autorità migratorie non lo hanno dichiarato escludibili né fu processato per le sue azioni criminali.
A quanto pare, per gli USA, questi crimini contro la popolazione civile e nelle zone rurali, non sono violazioni dei diritti umani, né lo furono gli atti terroristici commessi, da Luis Posada Carriles, contro la rete di hotel di l’Avana; Posada gode la sua vecchiaia per le strade di Miami, dove ha ricevuto la piena protezione della congressista Ileana Ros-Lehtinen e del senatore Marco Rubio.
Questa è la ragione delle forti differenze tra Cuba e gli USA in questa materia continuando, Washington, a distorcere la verità e ad offrire riparo ai reali violatori.
Vedremo cosa argomenta Roberta Jacobson quando affronta questo punto a L’Avana, perché il sole non può essere coperto con un dito.
Esta es la diferencia
Arthur González
El gobierno de Estados Unidos asegura que “los derechos humanos estarán en el centro de sus relaciones diplomáticas con Cuba”, así lo recalcó el Presidente Barack Obama, y hace pocas horas volvió a señalarlo en la Habana Roberta Jacobson, secretaria para Latinoamérica en el Departamento de Estado, quien preside la delegación de su país en las conversaciones entre los dos países.Sin embargo, en Miami son acogidos numerosos asesinos, ladrones y terroristas, sin que sus delitos sean un impedimento para obtener refugio en Estados Unidos, solo por el hecho de ser cubanos que se oponen a la Revolución socialista.
Así fue el caso de los militares, policías y testaferros al servicio del tirano Fulgencio Batista Zaldívar, quien gobernó en la isla por 2da ocasión de 1952 hasta el 31 de diciembre de 1958, mediante un golpe de estado contra un gobierno constitucional.
Ese hecho no fue óbice para que Batista fuera apoyado plenamente por la Casa Blanca, a pesar de los asesinatos y torturas constantes contra la población civil cubana, especialmente los jóvenes que se oponían a sus atropellos.
Uno de los primeros en arribar a Miami la madrugada del 1ro de enero de 1959, fue el General de Brigada Francisco “Silito” Tabernilla Palmero, jefe de la División de Tanques, del Campamento Militar de Columbia, en La Habana, durante la dictadura de Batista.
A pesar de sus crímenes y los de su padre Francisco “Pancho” Tabernilla Dolz, ex jefe del Estado Mayor del Ejército, ambos residieron placenteramente en territorio norteamericano sin ser molestados.
“Silito” Tabernilla de 95 años de edad, murió de una afección respiratoria el pasado martes 20 de enero en West Palm Beach. Nunca fue extraditado a Cuba, las autoridades migratorias no lo declararon excluible, ni fue juzgado por sus acciones criminales.
Al parecer para Estados Unidos esos crímenes contra la población civil y en las zonas campesinas, no constituyen violaciones de los Derechos Humanos, como tampoco lo fueron los actos terroristas ejecutados por Luis Posada Carriles, contra la red hotelera de la Habana, quien disfruta su vejez en las calles de Miami, donde recibe protección plena de la congresista Ileana Ros-Lehtinen y del Senador Marco Rubio.
Ese es el motivo de las fuertes diferencias entre Cuba y Estados Unidos en esa materia, al continuar Washington distorsionando la verdad y seguir ofreciéndole resguardo a los verdaderos violadores.
Veremos que argumenta Roberta Jacobson cuando aborte ese punto en La Habana, porque el sol no puede taparse con un dedo.