Coloro che accusano Cuba di terrorismo…

cercarono di bruciare vivi bambini in un cinema

Il 28 maggio 1961, i criminali al servizio della CIA appiccarono fuoco al cinema Riesgo, nel bel mezzo di una matinée infantile. Rolando Pacheco Rodríguez, uno dei piccoli che avrebbe subito, per anni, il trauma di quel giorno, lo ricorda come se fosse appena successo

Ronald Suarez Rivas www.granma.cu

Dicono che né la Casa de Socorros di Pinar del Río né l’ospedale León Cuervo Rubio avevano mai ricevuto così tante persone per donare  sangue o aiutare in ciò che fosse necessario, come quella domenica in cui l’orrore si impadronì della città.

Il 28 maggio 1961, i criminali al servizio della CIA appiccarono fuoco al cinema Riesgo, nel bel mezzo di una matinée infantile. Rolando Pacheco Rodríguez, uno dei piccoli che avrebbe subito, per anni, il trauma di quel giorno, lo ricorda come se fosse appena successo. “Ci siamo seduti al secondo piano, perché non abbiamo potuto ottenere posti al primo piano, ed anche il terzo era pieno”.

Nel tentativo di farlo uscire, in mezzo al fuggi fuggi di una folla che si precipitava verso le porte in fuga dal pericolo, suo padre si tagliò, gravemente, un braccio coi vetri.

Altri bambini riportarono lesioni più gravi, come Enrique Henríquez Hernández, di 11 anni, che cadde mentre cercava di raggiungere il corridoio e diverse persone lo calpestarono.

Il bilancio del mostruoso evento sarebbero stato di 26 bambini e 14 adulti feriti, alcuni con conseguenze per tutta la vita, come Alberto Noel Venereo González, morto anni dopo a causa di un aneurisma causato dai colpi ricevuti.

Il mal chiamato Movimento Insurrezionale di Recupero Rivoluzionario, un’organizzazione paramilitare fondata negli USA, rivendicò l’azione in cui utilizzò fosforo vivo fornito dalla CIA.

Lo storico Juan Carlos Rodríguez Díaz afferma che fu un atto di risentimento, spietato e codardo, per la sconfitta di Girón poco più di un mese prima.

Sessant’anni dopo che l’incendio facesse saltare il telone del cinema Riesgo (oggi Pedro Saidén) e convertisse una sessione di cartoni animati in una scena di orrore, non ignora il cinismo del governo USA, lo stesso che ordinò e finanziò il sabotaggio, e ora mantiene Cuba in una falsa lista di nazioni che sponsorizzano il terrorismo.

Per Rolando Pacheco è una grande ironia. “Dal 1959, noi cubani siamo stati bersaglio, ripetutamente, di azioni terroristiche forgiate negli USA. Se qualcuno dovrebbe apparire nella lista, sono loro. Quel film è al contrario”.


Los que acusan a Cuba de terrorismo intentaron quemar vivos a niños en un cine

El 28 de mayo de 1961, criminales al servicio de la CIA le prendieron fuego al cine Riesgo, en plena matiné infantil. Rolando Pacheco Rodríguez, uno de los pequeños que padecería por muchos años el trauma de ese día, lo recuerda como si hubiera acabado de ocurrir

Ronald Suárez Rivas

Cuentan que ni la Casa de Socorros de Pinar del Río ni el hospital León Cuervo Rubio habían recibido jamás tantas personas para donar sangre o ayudar en lo que hiciera falta, como aquel domingo en que el horror se adueñó de la ciudad.

El 28 de mayo de 1961, criminales al servicio de la CIA le prendieron fuego al cine Riesgo, en plena matiné infantil. Rolando Pacheco Rodríguez, uno de los pequeños que padecería por muchos años el trauma de ese día, lo recuerda como si hubiera acabado de ocurrir. «Nosotros nos sentamos en la segunda planta, porque en la primera no conseguimos puestos, y la tercera estaba llena también».

Tratando de sacarlo, en medio de la estampida de una multitud que se abalanzó hacia las puertas huyendo del peligro, su papá se cortó un brazo seriamente con los cristales.

Otros pequeños sufrieron lesiones más graves, como Enrique Henríquez Hernández, de 11 años de edad, quien se cayó al tratar de alcanzar el pasillo y varias personas le pasaron por encima.

El saldo del monstruoso hecho sería 26 niños y 14 adultos heridos, algunos con secuelas para toda la vida, como Alberto Noel Venereo González, fallecido años después a causa de un aneurisma provocada por los golpes que recibió.

El mal llamado Movimiento Insurreccional de Recuperación Revolucionaria, organización paramilitar fundada en Estados Unidos, se adjudicaría la acción, en la que empleó fósforo vivo suministrado por la CIA.

El historiador Juan Carlos Rodríguez Díaz afirma que fue un acto de resentimiento, despiadado y cobarde, por la derrota en Girón hacía poco más de un mes.

A seis décadas de que el fuego saltara de la pantalla del cine Riesgo (hoy Pedro Saidén) y convirtiera una sesión de dibujos animados en una escena de horror, no pasa por alto el cinismo del Gobierno de EE. UU., el mismo que ordenó y financió el sabotaje, y ahora mantiene a Cuba en una lista espuria de naciones patrocinadoras del terrorismo.

Para Rolando Pacheco, resulta una gran ironía. «Desde 1959 los cubanos hemos sido blanco repetidamente de acciones terroristas forjadas en Estados Unidos. Si alguien debiera aparecer en la lista, son ellos. Esa película es al revés».

Share Button

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.