Cari Presidenti:
Fratelli boliviani:
Ho il privilegio di conoscere il cuore del Sud America, la nazione fondata dal Libertador Simon Bolivar, da cui prende il nome.
Da tempo dobbiamo questa visita alla Bolivia. Noi cubani ammiriamo la storia centenaria della lotta del popolo boliviano, per vivere bene, in armonia con la Madre Terra, la Pachamama.
Conosciamo la giusta ribellione dei boliviani che mai si sottomisero agli invasori né si rassegnarono a che svuotassero le loro montagne per estrarre i minerali, come fecero con la famosa collina di Potosi.
Siamo venuti a unirci a voi in questo Vertice del Gruppo dei 77 più Cina.
Siamo più di 130 nazioni che hanno problemi comuni. Insieme, costituiamo un importante attore internazionale. Possiamo influire, se lo vogliamo, nelle decisioni delle Nazioni Unite in materia di pace e di sviluppo, nella salvaguardia dell’ambiente. E’ stato molto importante essere qui, con voi, sostenendo la leadership e l’esempio del compagno Evo Morales e della Bolivia.
Vogliamo ringraziamo i boliviani per la generosità e solidarietà. Soprattutto per aver accolto, come in famiglia, centinaia di collaboratori cubani, e perché siete i protagonisti di un processo di cambiamento senza precedenti nel vostro paese, avete realizzato un invalutabile contributo al processo di lotte di Nostra America, come la chiamò José Martí, per una definitiva indipendenza e integrazione di tutti i nostri popoli.
Evo mi ha raccontato dettagli delle lotte contadine in questo paese, dei popoli indigeni, dei cocaleros, quando lui era leader sindacale là nel Chapare. Abbiamo anche parlato dei minatori, i cui sindacati sono tra i più combattivi della regione. Gli ho detto, guidato dalla nostra esperienza a Cuba: le masse lavoratrici unite, con la coscienza politica e di classe che hanno acquisito, con la combattività accumulata nelle loro lotte, sono realmente invincibili.
Questa è l’esperienza di molti dei nostri paesi fratelli. Si noti che l’imperialismo e l’oligarchia la prima cosa che fanno è attaccare l’unità del popolo, dividere il popolo, esaspera le differenze, che ci sono sempre, inimicare amici e fratelli. A tale strategia di divisione solo si può rispondere con l’unità, unità e più unità.
Oggi il Venezuela merita il nostro più convinto sostegno. L’imperialismo e gli oligarchi, che non poterono contro il Presidente Chávez in 18 elezioni, il colpo di stato e il golpe petrolifero, pensano che sia giunto il momento di distruggere la Rivoluzione Bolivariana e rovesciare il governo del Presidente Maduro, con l’impiego di metodi di guerra non convenzionale.
Difendendo il Venezuela, difendiamo la Bolivia e tutta Nostra America. Il Venezuela è ora il fronte avanzato della difesa della nostra indipendenza, libertà e dignità.
Sarebbe un duro colpo se si frenasse il processo di vera integrazione in attuazione, a cui partecipano diverse organizzazioni e il cui punto culminante è la CELAC.
Guardate cosa ha fatto la Bolivia: ha nazionalizzato gli idrocarburi e li ha posti al servizio di tutti i boliviani/e. Ha finito con l’esclusione e lo sfruttamento della maggioritarie comunità indigene e contadine del paese. Ha ridistribuito la ricchezza nazionale a beneficio di tutto il popolo, soprattutto dei settori più vulnerabili. Ha ridotto l’estrema povertà del 20%. Si è proclamata territorio libero dall’analfabetismo.
I bonus per le donne incinte e i neonati, per le famiglie con bambini nella scuola elementare, la colazione a scuola e il reddito per gli anziani sono importanti conquiste. Più di 6500 boliviani poveri hanno studiato corsi universitari, per lo più medicina o si sono qualificati come lavoratori sociali. Si sono costruiti decine di centri sanitari integrali, centri oculistici al servizio della salute della gente umile della Bolivia. In soli dieci anni, si sono forniti milioni di visite mediche nel Programma “La mia salute”, e più di 600mila boliviani hanno recuperato la vista.
Si costruiscono fabbriche, si sviluppa la cultura, lo sport e le scienze, s’incrementa l’interscambio commerciale tra i nostri paesi. Si é ridotto il tasso di disoccupazione e l’economia boliviana cresce costantemente di oltre il 6%.
Evo:
ti auguriamo successo in questo immenso compito, come lo desideriamo di tutti voi, cari fratelli e sorelle boliviani.
Costruiamo insieme la Patria Grande, difendiamo la nostra unità. Permettetemi, anche, che dica qui, come il Che Guevara, “Hasta la victoria siempre!”.
Molte grazie.
Discurso pronunciado por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estados y de Ministros, en el acto de masas, en ocasión de la Cumbre del Grupo de los 77 más China
Querido compañero Evo:
Estimados Presidentes:
Hermanos bolivianos:
Tengo el privilegio de conocer el corazón de Suramérica, la nación fundada por el Libertador Simón Bolívar, a quien debe su nombre.
Hace tiempo le debíamos esta visita a Bolivia. Los cubanos admiramos la centenaria historia de luchas del pueblo boliviano, por vivir bien, en armonía con la Madre Tierra, la Pachamama.
Nosotros conocemos la justa rebeldía de los bolivianos, que nunca se sometieron a los invasores, ni se resignaron a que vaciaran sus montañas de tanto extraerles los minerales, como hicieron con el famoso cerro del Potosí.
Hemos venido a acompañarlos en esta Cumbre del Grupo de los 77 más China. Somos más de 130 naciones, que tenemos problemas comunes. Juntos, constituimos un importante actor internacional. Podemos influir, si nos lo proponemos, en las decisiones de las Naciones Unidas, en los asuntos de la paz y del desarrollo, en la preservación del medio ambiente. Era muy importante estar aquí, con ustedes, apoyando el liderazgo y el ejemplo del compañero Evo Morales y de Bolivia.
Queremos agradecerles a los bolivianos su generosidad y solidaridad. Sobre todo, por haber acogido, como en familia, a cientos de colaboradores cubanos, y porque al ser ustedes protagonistas de un proceso de cambio inédito en su país, han realizado una contribución invaluable al proceso de luchas de Nuestra América, como la llamó José Martí, por la definitiva independencia e integración de todos nuestros pueblos.
Evo me ha contado detalles de las luchas campesinas en este país, de los pueblos originarios, de los cocaleros, cuando él era líder sindical allá en el Chapare. También hemos hablado de los mineros, cuyos sindicatos son de los más combativos en toda la región. Yo le decía, guiándome por nuestra propia experiencia en Cuba: esas masas trabajadoras unidas, con la conciencia política y de clase que han adquirido, con la combatividad acumulada en sus luchas, son realmente invencibles.
Esa es la experiencia de varios de nuestros países hermanos. Fíjense que el imperialismo y la oligarquía lo primero que hacen es atacar la unidad del pueblo, dividir al pueblo, exacerbar diferencias, que siempre las hay, enfrentar a amigos y hermanos. Esa estrategia de división solo puede responderse con unidad, unidad y más unidad.
Hoy Venezuela merece nuestro más resuelto apoyo. El imperialismo y los oligarcas, que no pudieron contra el presidente Chávez en 18 elecciones, el golpe de estado y el golpe petrolero, piensan que ha llegado el momento de destruir la Revolución bolivariana y derrocar al gobierno del Presidente Maduro, empleando métodos de guerra no convencional.
Defendiendo a Venezuela, defendemos a Bolivia y a toda Nuestra América. Venezuela es hoy el borde delantero de la defensa de nuestra independencia, libertad y dignidad.
Sería un duro golpe si se frena el proceso de verdadera integración en marcha, en el que participan diversas organizaciones y cuyo punto culminante es la CELAC.
Miren lo que ha hecho Bolivia: Nacionalizó los hidrocarburos y los puso al servicio de todas las bolivianas y bolivianos. Acabó con la exclusión y la explotación de las mayoritarias comunidades indígenas y campesinas del país. Redistribuyó la riqueza nacional en beneficio de todo el pueblo, en especial de los sectores más vulnerables. Redujo la extrema pobreza en un 20 por ciento. Se proclamó territorio libre de analfabetismo.
Los bonos para la mujer embarazada y el recién nacido, para las familias con hijos en la escuela primaria, el desayuno escolar y la renta para los ancianos son importantes conquistas. Más de 6 500 bolivianos pobres han estudiado carreras universitarias, mayormente medicina, o se calificaron como trabajadores sociales. Se han construido varias decenas de clínicas integrales y centros oftalmológicos al servicio de la salud del pueblo humilde de Bolivia. En apenas diez años, se han brindado millones de consultas médicas en el Programa “Mi Salud”, y más de 600 mil bolivianos recuperaron la vista.
Se construyen fábricas, se desarrolla la cultura, el deporte y las ciencias, se incrementa el intercambio comercial entre nuestros países. Se ha reducido el índice de desempleo y la economía boliviana crece sostenidamente por encima del 6%.
Evo:
Te deseamos éxitos en esta inmensa tarea, como se los deseamos a todos ustedes, queridos hermanos y hermanas bolivianas.
Construyamos juntos la Patria Grande, defendamos nuestra unidad. Permítanme, también, que diga aquí, como el Che Guevara, “¡Hasta la victoria siempre!”.
Muchas gracias.