Iroel Sánchez https://lapupilainsomne.wordpress.com
A giudicare dalle informazioni diffuse a conclusione del primo round di colloqui sui Diritti umani tra i governi di Cuba ed USA, effettuati questo 31 marzo a Washington, le delegazioni partecipanti hanno assistito a due riunioni diverse.
Il Dipartimento di Stato USA ha emesso un comunicato di tre frasi: “Le delegazioni diplomatiche di Cuba e USA si sono incontrate oggi presso il Dipartimento di Stato per discutere la metodologia, i temi, e la struttura di un futuro dialogo sui diritti umani. L’atmosfera dell’incontro è stata professionale, e c’è stato un ampio accordo sulla via da seguire per un futuro sostanziale dialogo, nel momento e nel luogo che sarà stabilito per via diplomatica. Ogni parte ha espresso la sua preoccupazione per le questioni dei diritti umani, ed entrambe le parti hanno espresso la loro disponibilità a discutere di una vasta gamma di temi nelle future sostanziali conversazioni”.
Oltre ad offrire una conferenza stampa, la delegazione cubana ha rilasciato un comunicato di sei paragrafi contenente questioni “sostanziali”, come:
– interesse che questo dialogo possa contribuire ad un trattamento efficace e non discriminatorio del tema dei diritti umani, nel pieno rispetto dell’uguaglianza sovrana, l’indipendenza e la non ingerenza negli affari interni delle parti.
– necessità di osservare un adeguato equilibrio tra le questioni in materia di diritti civili e politici e i diritti economici, sociali e culturali.
– profonde preoccupazioni per quanto riguarda la garanzia e la protezione dei diritti umani negli USA. In particolare, ha sottolineato la sua preoccupazione per l’intensificazione della brutalità e abuso della polizia con un modello discriminatorio e le restrizioni all’esercizio dei diritti dei lavoratori e delle libertà sindacali riconosciute a livello internazionale. Cuba ha anche sottolineato le violazioni dei diritti umani nella cosiddetta lotta contro il terrorismo, tra cui la tortura, le esecuzioni extragiudiziali e l’uso di droni e lo spionaggio e sorveglianza extraterritoriale.
– profonde differenze con il Governo USA nel campo dei sistemi politici, della democrazia, dei diritti umani e del diritto internazionale.
– Cuba ha ratificato la sua invariabile volontà che i due paesi possano relazionarsi civilmente nel riconoscimento e rispetto di queste differenze, e la sua disponibilità a trattare con gli USA qualsiasi argomento, in un quadro di uguaglianza, rispetto e reciprocità.
La riunione è stata annunciata dal Ministero degli Esteri cubano con un’altra conferenza a L’Avana, dove si è affermato che questi colloqui erano sorti su proposta di Cuba nel luglio 2014.
Quando si iniziarono le conversazioni a L’Avana per il ripristino delle relazioni diplomatiche tra i due paesi, lo scorso 21 gennaio, la delegazione USA emise un comunicato in cui si esprimeva che “fece pressione” sulla parte cubana in materia di Diritti umani. Tuttavia, con le informazioni disponibili, la posizione di L’Avana su questo tema sembra essere stata più proattiva che quella USA.
I cubani, presentati dai media come nemici della trasparenza informativa e timorosi di parlare dei Diritti umani, sembrano più determinati ad informare su queste conversazioni che gli statunitensi, la cui politica estera ha fatto una pietra miliare del tema ed ha giustificato, con essa, interventi militari, blocchi ed altre azioni punitive.
Nella sua recente visita a Cuba l’alta rappresentante per la politica estera europea, Federica Mogherini, ha affermato una cosa che forse gli USA stanno cominciando a scoprire ma che sicuramente sarà loro utile: “tutti i diritti umani devono essere rispettati: a Cuba e nell’Unione Europea; noi anche abbiamo le nostre sfide in casa. Dobbiamo negoziare senza doppi standard”.
Potrebbe emettere il Dipartimento di Stato una dichiarazione simile? Per gli USA è un pò più difficile sedersi da pari a pari con il governo del paese che da cinque decenni cercano di rovesciare, accettare che ti segnalino i tuoi problemi relativi ai Diritti umani e poi andare e dirlo alla stampa. Richiederebbe una grande dose di umiltà, ma è l’unico cammino possibile.
Cuba, EE.UU. y los Derechos humanos: ¿Sin doble rasero?
Iroel Sánchez
A juzgar por la información difundida al concluir la primera ronda de conversaciones sobre Derechos humanos entre los gobiernos de Cuba y Estados Unidos, efectuada este 31 de marzo en Washington, las delegaciones participantes concurrieron a dos reuniones diferentes.
El Departamento de Estado norteamericano emitió un comunicado de tres oraciones: “Delegaciones diplomáticas de Cuba y Estados Unidos se reunieron hoy en el Departamento de Estado para discutir la metodología , los temas , y la estructura de un futuro diálogo sobre derechos humanos. El ambiente de la reunión fue profesional, y hubo un amplio acuerdo sobre el camino a seguir para un futuro diálogo sustantivo, en el momento y el lugar que será determinado por la vía diplomática. Cada lado expresó su preocupación por las cuestiones de derechos humanos, y ambas partes expresaron su disposición a discutir una amplia gama de temas en las futuras conversaciones sustantivas.”
Además de brindar una conferencia de prensa, la delegación cubana emitió un comunicado de seis párrafos contentivo de cuestiones “sustantivas” como:
– interés de que este diálogo pueda contribuir a un tratamiento eficaz y no discriminatorio del tema de los derechos humanos, y en pleno respeto a la igualdad soberana, la independencia y la no injerencia en los asuntos internos de las partes.
– necesidad de observar un balance adecuado entre las cuestiones del ámbito de los derechos civiles y políticos y los derechos económicos, sociales y culturales.
– profundas preocupaciones en relación con la garantía y protección de los derechos humanos en los EE.UU. En particular, enfatizó su preocupación por la agudización de la brutalidad y abuso policial con un patrón discriminatorio y las limitaciones al ejercicio de los derechos labores y las libertades sindicales reconocidas internacionalmente. Asimismo, Cuba subrayó las violaciones de derechos humanos en la llamada lucha contra el terrorismo, incluida la tortura, las ejecuciones extrajudiciales con uso de drones y el espionaje y vigilancia extraterritorial.
– profundas diferencias con el Gobierno de los EE.UU. en el ámbito de los sistemas políticos, la democracia, los derechos humanos y el derecho internacional.
– Cuba ratificó su invariable voluntad de que ambos países puedan relacionarse civilizadamente dentro del reconocimiento y el respeto de esas diferencias, así como su disposición a abordar con los EE.UU. cualquier tema, en un marco de igualdad, respeto y reciprocidad.
La reunión había sido anunciada por la cancillería cubana con otra conferencia de prensa en La Habana, donde se expresó que estas conversaciones habían surgido a propuesta de Cuba en julio de 2014.
Cuando se iniciaron las conversaciones en La Habana para el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países el pasado 21 de enero, la delegación estadounidense emitió un comunicado donde se expresaba que “presionó” a la parte cubana en el tema de los Derechos humanos. Sin embargo, con la información disponible, la postura de La Habana en este tema parece haber sido más proactiva que la estadounidense.
Los cubanos, presentados por los medios como enemigos de la transparencia informativa y temerosos de hablar sobre Derechos humanos, parecieran más decididos a informar sobre estas conversaciones que los estadounidenses, cuya política exterior ha hecho piedra angular del asunto y justificado con ella intervenciones militares, bloqueos y otras acciones punitivas.
En su reciente visita a Cuba la alta representante para la política exterior europea, Federica Mogherini, afirmó algo que tal vez Estados Unidos esté comenzando a descubrir pero que seguramente les será de utilidad: “todos los derechos humanos deben ser respetados: en Cuba y en la Unión Europea; nosotros también tenemos nuestros propios desafíos en casa. Tenemos que negociar sin doble rasero”.
¿Podría emitir el Departamento de Estado una declaración similar? Para los estadounidenses es un poco más difícil sentarse de igual a igual con el gobierno del país que llevas cinco décadas intentando derrocar, aceptar que te señale tus problemas de Derechos humanos y luego vaya y se lo diga a la prensa. Requeriría una gran dosis de humildad pero es el único camino posible.