Vestiti di bianco che rivela la professione e portando nelle loro mani il leggero bagaglio di uno sleeping bag o sacco a pelo, 15 membri della brigata Henrry Reeve sono saliti a bordo del volo 1370 della Cubana de Aviación per il Cile.
Proprio quando questo paese comincia a rimettersi dalle alluvioni che hanno causato più di una ventina di morti, centinaia di dispersi e migliaia di case distrutte arriverà – su richiesta del governo cileno – il gruppo di collaboratori cubani formati da epidemiologi, infermieri, medici generali integrali per fornire assistenza alle vittime.
Nel saluto, all’aeroporto José Martí di l’Avana, il Dr. Roberto Morales Ojeda, ministro della Salute Pubblica, ha ricordato i servizi in campagna del personale della brigata dopo i terremoti di Haiti, le collaborazioni in Africa contro l’ebola e più di 325.000 operatori sanitari che hanno prestato missioni, tutto questo deve animare quelli che oggi partono per il Sud America a “lavorare con la professionalità e l’umanesimo che caratterizza i nostri medici”, ha detto.
A nome dei collaboratori, Carlos Pérez Díaz, capo della brigata, ha detto che anche se sono pochi i membri di questa missione, con la loro opera di profilassi aiuteranno a mitigare, insieme al sistema sanitario cileno, l’impatto del disastro ed a prevenire le epidemie nelle zone colpiti.
“Partiamo con la convinzione che sosterremo nuove battaglie per la vita e ancora una volta la nostra medicina sarà nel posto giusto”.
Alla cerimonia hanno anche partecipato funzionari del Ministero della Salute Pubblica e dell’Unità Centrale di Cooperazione Medica.
Médicos cubanos parten hacia Chile
Vestidos del blanco que les delata la profesión y llevando en sus manos el ligero equipaje de un sleeping bag o saco para dormir,15 miembros de la Brigada Henrry Reeve abordaban hoy el vuelo 1370 de Cubana de Aviación con destino a Chile.
Justo cuando este país comienza a recomponerse de los aluviones que dejan más de una veintena de muertos, cientos de desaparecidos y miles de viviendas destruidas arribará —a solicitud del gobierno chileno— el grupo de colaboradores cubanos formado por epidemiólogos, enfermeros, médicos generales integrales para brindar asistencia a los damnificados.
En la despedida, en el Aeropuerto José Martí de La Habana, el doctor Roberto Morales Ojeda, ministro de Salud Pública, recordó los servicios en campaña de personal de la brigada después de los terremotos de Haití, las colaboraciones en África contra el ébola y los más de 325 000 trabajadores de la salud que han cumplido misiones, todo lo cual debe animar a los que hoy parten a Sudamérica a que “trabajen con la profesionalidad y el humanismo que caracteriza a nuestros médicos”, dijo.
En nombre de los colaboradores, Carlos Pérez Díaz, jefe de la brigada, expresó que aunque son pocos los miembros de esta misión, con su labor profiláctica contribuirán a mitigar junto al sistema de salud chileno, el impacto del desastre y a evitar epidemias en las zonas afectadas.
“Partimos con la convicción de que libraremos nuevas batallas por la vida y de que una vez más nuestra medicina se pondrá en su justo lugar”.
Al acto de despedida asistieron también directivos del ministerio de Salud Pública y de la Unidad Central de Cooperación Médica.
