Due generazioni fuse in un sogno per il futuro

Il 16 agosto de 1925 fu fondato il primo Partito Comunista di Cuba

Jorge Ernesto Angulo Leiva

In quel giorno d’estate, due generazioni di cubani si unirono in un abbraccio che simboleggiava un’utopia, una richiesta di giustizia e un sogno per il futuro. Novantanove anni fa, nacque sull’isola il primo Partito Comunista, guidato dal ” Viejo Roble ” Carlos Baliño e dal giovane Julio Antonio Mella, che si ergeva come un nuovo pino nella giungla di cemento della neocolonia.

La casa al numero 81 di via Calzada, nel Vedado, dove oggi si respira cultura nella sala teatrale Hubert de Blanck, fu il luogo che accolse, il 16 e 17 agosto 1925, il congresso costitutivo di questa organizzazione politica d’avanguardia. L’evento si svolse in clandestinità causato dal clima oppressivo imposto dal presidente Gerardo Machado.

Meno di 20 delegati e invitati parteciparono al congresso, in cui José Miguel Pérez fu eletto primo segretario generale e si decise di seguire la linea della III Internazionale, difensora dell’internazionalismo proletario. Allo stesso tempo, si prese le distanze dall’Agrupazione Socialista dell’Avana, allineata con la II Internazionale, i cui dirigenti avevano sostenuto le rispettive borghesie durante la Prima Guerra Mondiale.

Il primo Partito Comunista di Cuba, insieme alle idee più progressiste del mondo, approfondì le radici indipendentiste nazionali, ispirate dall’eredità dell’Apostolo José Martí. Baliño, che conobbe personalmente Martí e collaborò con lui nel Partito Rivoluzionario Cubano, e Mella, che cercò di riscoprirlo per i giovani della sua epoca attraverso opere come Glosas al pensamiento de José Martí, furono fondamentali in questo processo.

Attraverso il giornale Lucha de clases, l’organizzazione dimostrò la sua volontà di equilibrare le tradizioni emancipatrici cubane e quelle del resto del mondo: «Con l’insegnamento di Lenin, realizzeremo il postulato di Martí adattato al momento storico: Con tutti e per il bene di tutti».

Il Partito elaborò un programma per lo studio del marxismo-leninismo e l’uso della stampa operaia, mentre iniziò la lotta per le rivendicazioni proletarie e contadine, nonché per i diritti delle donne e dei giovani. Nonostante la ridotta partecipazione a quell’incontro inaugurale, fu sufficiente per piantare il seme che sarebbe diventato uno dei precedenti dell’attuale Partito Comunista di Cuba, avanguardia della Rivoluzione.


Dos generaciones fundidas en un sueño para el futuro

El 16 de agosto de 1925 fue fundado el primer Partido Comunista de Cuba

Por Jorge Ernesto Angulo Leiva

Aquel día de verano, dos generaciones de cubanos se unieron en un abrazo que simbolizaba una utopía, un reclamo de justicia y un sueño para el futuro. Hace 99 años, en la Isla, nacía el primer Partido Comunista, liderado por el “Viejo Roble”, Carlos Baliño, y por Julio Antonio Mella, un joven que se alzaba como un nuevo pino en la jungla de concreto de la neocolonia.

La casa número 81 de la calle Calzada, en el Vedado, donde hoy se respira cultura en la sala teatral Hubert de Blanck, fue el lugar que acogió, los días 16 y 17 de agosto de 1925, el congreso constituyente de esta organización política de vanguardia. El evento se realizó en medio de la clandestinidad, debido al clima opresivo impuesto por el presidente Gerardo Machado.

Menos de 20 delegados e invitados participaron en el congreso, donde se eligió a José Miguel Pérez como el primer secretario general y se decidió seguir la línea de la Tercera Internacional, defensora del internacionalismo proletario. Al mismo tiempo, se tomaron distancias con la Agrupación Socialista de La Habana, alineada con la Segunda Internacional, cuyos dirigentes habían apoyado a sus respectivas burguesías durante la Primera Guerra Mundial.

El primer Partido Comunista de Cuba, junto con las ideas más progresistas del mundo, profundizó en las raíces independentistas nacionales, inspiradas en la herencia del Apóstol José Martí. Baliño, quien conoció personalmente a Martí y colaboró con él en el Partido Revolucionario Cubano, y Mella, quien trató de redescubrirlo para las juventudes de su tiempo a través de obras como Glosas al pensamiento de José Martí, fueron fundamentales en este proceso.

A través del periódico Lucha de clases, la organización demostró su voluntad de equilibrar las tradiciones emancipadoras cubanas y las del resto del mundo: «Con la enseñanza de Lenin, haremos una realidad el postulado de Martí adaptado al momento histórico: Con todos y para el bien de todos».

El Partido elaboró un programa para el estudio del marxismo-leninismo y el uso de la prensa obrera, al tiempo que inició la lucha por las reivindicaciones proletarias y campesinas, así como por los derechos de la mujer y de los jóvenes. A pesar de la reducida asistencia a ese encuentro inaugural, fue suficiente para sembrar la semilla que se convertiría en uno de los antecedentes del actual Partido Comunista de Cuba, vanguardia de la Revolución.

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