Il Ministero delle Relazioni Estere respinge fermamente un nuovo atto di complicità degli USA con la violenza terroristica contro Cuba.
Le autorità giudiziarie USA hanno deciso di liberare Alexander Alazo, l’individuo che il 30 aprile 2020, in mezzo alla strada, ha sparato 32 colpi di mitragliatrice contro l’ambasciata cubana in quel paese, nei cui locali si trovavano 7 persone.
Questo evento, avvenuto in una strada centrale a Washington, la capitale USA, contro una sede diplomatica e con l’obiettivo dichiarato di causare danni, sarebbe considerato un atto terroristico in qualsiasi paese. Ciò non avviene negli USA e ancor meno quando si tratta di un’azione violenta contro Cuba. Il governo di quel paese si è sempre rifiutato di descrivere questo atto per quello che è, e non ha mai avuto l’intenzione di perseguire l’autore come terrorista, nonostante il fatto che la natura dei suoi atti sia esplicitamente classificata negli USA. legislazione contro quella piaga.
È nota la storia del governo USA come esecutore testamentario o come complice tollerante del terrorismo e degli atti violenti contro Cuba . La protezione e il sostegno di famigerati terroristi fanno parte del foglio di condotta di quel paese.
Un esperto psichiatrico del governo USA, d’accordo con gli avvocati della difesa, ha stabilito che Alazo non era “penalmente responsabile” al momento dell’attacco, quindi è stato dichiarato non colpevole, anche se le sue azioni dimostrano che rappresenta un pericolo per la società. come già aveva espresso un altro parere davanti al tribunale.
Cuba è un paese vittima del terrorismo organizzato, finanziato e giustiziato dal territorio USA, con la straziante esperienza di 3478 morti cubani e 2099 feriti con disabilità. Il Paese ha una posizione ferma e categorica contro questa piaga, compreso il terrorismo di Stato, e ha il dovere di esigere che il governo USA si comporti in modo serio, responsabile e onesto quando un atto di questo tipo viene commesso contro l’ambasciata cubana e il suo personale cubano li designato.
Avana 4 ottobre 2024
Declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores
El Ministerio de Relaciones Exteriores rechaza enérgicamente un nuevo acto de complicidad de Estados Unidos con la violencia terrorista contra Cuba.
Las autoridades judiciales de ee. uu. han decidido poner en libertad a Alexander Alazo, el individuo que el 30 de abril de 2020, en plena calle, disparó 32 cartuchos con ametralladora contra la Embajada de Cuba en ese país, en cuyo recinto se encontraban siete personas.
Este suceso, en una avenida céntrica de Washington, la capital estadounidense, contra una sede diplomática y con el objetivo declarado de causar daño, calificaría en cualquier país como un acto terrorista. No sucede así en Estados Unidos y menos aun cuando se trata de una acción violenta contra Cuba. El Gobierno de ese país ha rehusado en todo momento calificar ese acto como lo que es, y en ningún momento tuvo la intención de procesar al perpetrador como terrorista, a pesar de que la naturaleza de sus actos están explícitamente tipificados en la legislación estadounidense contra ese flagelo.
Se conoce el historial del Gobierno estadounidense como ejecutor o como cómplice tolerante del terrorismo y de actos violentos contra Cuba. La protección y respaldo a connotados terroristas forma parte de la hoja de conducta de ese país.
Un experto en psiquiatría del Gobierno estadounidense, en acuerdo con los abogados de la defensa, dictaminó que Alazo no era «criminalmente responsable» al momento de llevar a cabo la agresión, por lo que fue hallado no culpable, aun cuando sus actos muestran que es un peligro para la sociedad, conforme ya había opinado otro dictamen ante la corte.
Las autoridades del sistema de justicia de ese país prefirieron ignorar las evidencias sobre los vínculos y contactos de Alazo con grupos e individuos radicados en el sur del estado de Florida, con trayectoria y antece-dentes agresivos contra Cuba, incluyendo la promoción de la violencia y el terrorismo.
Cuba es un país víctima del terrorismo organizado, financiado y ejecutado desde territorio de Estados Unidos, con la experiencia desgarradora de 3 478 cubanos víctimas mortales y 2 099 lesionados con incapacidades. El país tiene una posición firme y categórica contra ese flagelo, incluyendo el terrorismo de Estado, y tiene el deber de reclamarle al Gobierno estadounidense una conducta seria, responsable y honesta cuando un acto de esa naturaleza se comete contra la Embajada de Cuba y el personal cubano allí designado.
La Habana, 4 de octubre de 2024.